Save the Children ha alertado hoy de que más de 120.000 niños y niñas, así como 45.000 embarazadas y lactantes sufren desnutrición en Mauritania, donde la sequía un año más ha provocado el agravamiento de la crisis alimentaria.

En un comunicado, la ONG estima que unas 350.000 personas están una situación de inseguridad alimentaria, entre los que se encuentran menores de cinco años, embarazadas y bebés lactantes, que son los más vulnerables.

Este año la temporada de lluvias en el país se ha producido antes de lo habitual y la ha seguido un "largo periodo" de sequía, lo que ha causado la pérdida de cosechas y un "empeoramiento de la situación de las áreas rurales y hogares con menos recursos".

Al disminuir la producción agrícola, muchas familias han perdido sus ingresos, lo que sumado a la falta de acceso al agua ha provocado problemas de salud y nutrición que afectan sobre todo a los niñas y niños más pequeños.

Por ello, la ONG insiste en que es necesario actuar ya para que la "deteriorada situación" de crisis en el Sahel, que afecta entre otros países a Mauritania, "no siga agravándose".