El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, junto al vicepresidente de la institución episcopal, el cardenal Carlos Osoro y el Secretario General, Mons. Luis Argüello, se reunieron el sábado 19 de septiembre en el Vaticano con el Papa Francisco.

Un encuentro que es habitual que se dé tiempo después de que se celebren elecciones en el seno de la Conferencia Episcopal para renovar los cargos en Asamblea Plenaria. En circunstancias normales, el encuentro tendría que haberse celebrado antes del verano, pero los efectos de la covid-19 retrasaron la cita hasta septiembre.

El cardenal Omella destacaba la cercanía del Santo Padre: “Comprobamos su fraternidad y sencillez. Al entrar, tiene gracia porque se piensan que el Papa es muy serio, y tiene mucho sentido del humor”.

Durante la conversación, detallaba el cardenal, pudieron comprobar la preocupación de Francisco en multitud de cuestiones: “El Papa sigue la problemática de todo el mundo, no solo de Europa. El tema de la pandemia le preocupa, los muertos sus familiares... agradeció la labor de tantos sanitarios y voluntarios... le preocupa cómo va a ser el funcionamiento de la escuela, la gente que se queda sin trabajo por la pandemia. Y como no, el tema de los inmigrantes que lo tiene en el corazón”.

Unas consecuencias las del coronavirus que, por desgracia, han venido para quedarse durante bastante tiempo, por lo que el Arzobispo de Barcelona abogaba por trabajar desde la unidad y no encerrarnos en nosotros mismos: “Tenemos que olvidarnos de que solos, no llegaremos a ninguna parte. La pandemia nos ha recordado que, o estamos unidos, o nos hundiremos todos”.