Escucha a su vecino de Murcia con un martillo y toma una decisión por todo el edificio: "Necesito desahogarme"
Mari Ángeles ha hecho un vídeo para contar lo que ha sucedido en su vecindario donde en otro piso están de reforma

Marí Ángeles en el vídeo
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En pleno centro de Murcia, una vecina ha hecho público su malestar por unas obras en su edificio que, según relata, han comenzado a las 8 de la mañana en sábado. La protagonista del vídeo, Mari Ángeles —conocida en TikTok como @maryanlly7— ha compartido su queja en un vídeo que no ha tardado en volverse viral. Su relato, cargado de frustración, ha desatado un intenso debate en redes sobre la convivencia vecinal, el respeto a los horarios y los límites del derecho al descanso.
“Tengo un cabreo que necesito desahogarme, porque he echado fuego por la boca”, comienza diciendo Mari Ángeles. En el vídeo, grabado en la tranquilidad rota de la mañana del sábado, explica que eran las 8:27 y los martillazos no cesaban. “Ha decidido que a las 8 de la mañana es buena hora para ponerse a martillazo limpio un sábado por la mañana”.

Un carpintero trabaja en un ático, asegurando vigas de madera con un taladro eléctrico mientras usa guantes.
Aunque reconoce que legalmente se puede hacer ruido desde las 8, Mari Ángeles apela al sentido común: “Vivimos en un edificio en el que hay un montón de niños pequeños. Un poquito de educación y un poquito de respeto”. Su queja pone sobre la mesa una cuestión habitual en las comunidades de vecinos: ¿lo legal siempre es lo más razonable?
¿Legal o irrespetuoso?: la polémica se dispara
El reglamento en municipios como Murcia permite realizar obras a partir de las 8:00 de la mañana de lunes a sábado, como se recoge en muchas ordenanzas municipales. Sin embargo, como recuerda Mari Ángeles, la convivencia no se basa solo en lo que marca la ley, sino también en lo que dicta el civismo: “Yo he hecho obras en mi casa más de una vez... y no he estado haciendo ruido a las 8 de la mañana con un martillo y una sierra”.
En los comentarios del vídeo en TikTok, la comunidad está dividida. Algunos usuarios como @JuAni opinan tajantes: “8 de la mañana, empieza la jornada laboral, nada más que decir”. Otros se muestran más comprensivos con Mari Ángeles, reconociendo que el ruido a esas horas puede ser una tortura para familias con bebés o personas con horarios nocturnos. "Yo sufrí durante meses los fines de semana con obras a las 8, y estoy embarazada", comenta otra usuaria.
El vídeo también ha recibido respuestas que relativizan la queja de Mari Ángeles con otros ruidos comunes en comunidades: "Los niños llorando a las 5 de la mañana también molestan", señala un usuario. Otro añade: “Si empieza a las 8 será porque su horario es de 8 y tiene un plazo que cumplir. Solo vemos lo que nos conviene”.
El ruido y la empatía
Lo que refleja este vídeo es algo más que una simple queja por una obra. Habla de una sociedad que vive cada vez más pegada, donde la delgada línea entre los derechos individuales y la convivencia se vuelve motivo constante de discusión. “Parece que hay gente que vive sola y que puede hacer lo que le da la gana”, denuncia Mari Ángeles. Y remata: “Yo sigo unas pautas de respeto, de educación y de convivencia”.

Un hombre toma un nivel para controlar las obras de instalación en una casa
La respuesta en redes demuestra que la empatía tiene muchos ángulos. Mientras unos piden silencio, otros defienden su derecho a reformar la vivienda dentro de los límites legales. Hay quien propone soluciones prácticas como el uso de tapones para los oídos o ajustar horarios entre vecinos mediante el diálogo. Pero también hay respuestas tajantes que dejan poco margen para el consenso: “Pues cariño, ajo y agua”, escribe una usuaria.
En todo caso, lo que parece claro es que este pequeño incidente ha puesto el foco en un problema mucho mayor: el equilibrio entre legalidad, respeto y empatía. Porque más allá del ruido puntual, hay un debate más profundo que muchos vecinos se ven obligados a afrontar cada día.