La petición de Jordi Juste a la afición del Odilo Cartagena para el tercer partido del playoff a ACB

La semana se ha hecho larga, porque los chicos del Odilo están deseando jugar y seguir disfrutando de lo que están haciendo frente a todo un Betis al que consiguieron ganar en el segundo encuentro.

Con el 1-1, la eliminatoria está viva y cambia de escenario. Podría quedar resuelta si uno de los dos equipos gana este viernes y repite triunfo también el domingo o el duelo podría volver a Sevilla para un quinto encuentro.

Cartagena vive en fiesta, porque la imagen del equipo fue excelente en tierras andaluzas y ganó donde solo había ganado Obradoiro. La ciudad se prepara para una noche y una mañana históricas. Todo lo que viene huele a grandeza.

Mismo plan, pero con matices

Después de la gesta en Sevilla, donde los de Jordi Juste asaltaron el San Pablo con temple, carácter y físico, el Palacio de los Deportes se alza como un gran escenario para seguir haciendo historia, por repetitivo que resulte. Dos partidos seguidos en casa —como mínimo— y la oportunidad de poner contra las cuerdas a uno de los favoritos al ascenso. Pero el técnico cartagenero no se deja cegar por el entusiasmo: "Solo pienso en el partido de mañana", advierte. “Va a ser completamente distinto. Ellos van a cambiar cosas, seguro”.

Y es que el Betis no ha perdido dos encuentros consecutivos en toda la temporada. Juste lo recuerda con respeto, pero sin miedo. El entrenador sabe que su rival ha hecho los partidos físicos, pero su Odilo ha demostrado que sabe competir. “Hemos estado muy bien en ese aspecto, controlando las faltas y no regalando tiros libres”, subraya.

El cuerpo técnico trabaja ya con mimo cada detalle. “Hay que hacer lo que hicimos en Sevilla, pero con matices. Ser más constantes, mantener el ritmo de ataque, ajustar sobre algunos jugadores. Ojalá podamos reducirle los porcentajes a Hughes”.  Quiere máxima concentración.

Más allá del tablero táctico, Juste pone el foco en lo emocional. El cambio de escenario afecta. Y mucho. "Si pudiese pedir algo a la afición, le diría que venga 25 o 30 minutos antes, hacer ruido, sentarse, ver al equipo, para que mientras caliente, salga del túnel de vestuarios y note ese ambiente, y en esos 20 o 25 minutos ya se vaya adaptando a esa atmósfera".   Se ha ganado el pedir y sin duda alguna obtendrá respuesta.

La presión es distinta, porque ellos están viviendo el premio a su buen hacer, pero también está sobre la mesa. No quiere dejarse llevar por la euforia, aunque en parte la entiende. Eso sí, la eliminatoria sigue siendo compleja. “Si ganamos, Betis perdería dos seguidos por primera vez este año. Eso cambiaría cosas. Y si el domingo estamos 2-1… imaginaos”. Pero también recuerda: “Betis sigue siendo Betis. Tiene jugadores de primer nivel y un proyecto ambicioso. No podemos relajarnos ni un segundo”.

La ilusión, sin embargo, empuja como nunca. “Estamos disfrutando este proceso al cien por cien. Esto no nos lo va a quitar nadie, ganemos o perdamos”, afirma. “Copas, séptimos, playoff, victoria en playoff… y encima, si esto nos hace mejores, será la hostia. El año que viene estaremos todos en otro nivel y yo estoy orgulloso de eso”.

Este viernes, el Palacio será una caldera. Las luces, los gritos, la historia latiendo en cada rincón. Cartagena quiere soñar. Y el Odilo está listo para pelear.