Una chica de Bilbao de 14 años sube a un bus sola por primera vez y, al entrar, el chófer del autobús le hace una pregunta que nunca olvidará
Maialen, que sufre una enfermedad muy poco común, ha compartido en redes una historia preciosa al subirse a un Bizkaibus, los autobuses de línea de Bizkaia

Maialen ha contado una historia preciosa en redes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las llamadas enfermedades raras afectan a un pequeño porcentaje de la población, pero marcan profundamente la vida de quienes las padecen y de sus familias. En España, más de tres millones de personas conviven con una dolencia de este tipo, muchas de ellas diagnosticadas en la infancia. Cada historia es única, y cada avance, cada pequeño logro cotidiano, tiene un valor inmenso.
Este es el caso de Maialen Aulestia, una adolescente de Bilbao que padece síndrome de Donohue, una enfermedad rara a la que los médicos no daban más de dos años de vida. Sin embargo, Maialen ya tiene 14 y se ha convertido en un ejemplo de superación. Su vida está llena de retos, pero también de ilusiones: sueña con tener su propia guardería y dedicarse a lo que más le gusta, cuidar de los niños.
Y entre esos pequeños grandes pasos de independencia, acaba de vivir uno que jamás olvidará: su primer viaje sola en autobús.

El primer viaje en autobús sola puede no ser tan fácil como pensamos
LA HISTORIA QUE MAIALEN HA CONTADO EN REDES... SOBRE JOSÉ, UN CHÓFER DE AUTOBÚS
El pasado 18 de agosto, Maialen decidió hacer algo que para muchos adolescentes es rutinario, pero que para ella significaba un reto inmenso: subir por primera vez a un autobús sin la compañía de sus padres.
“Era mi primera vez viajando sola, sin padre, sin madre, sin ningún acompañante. Y yo obviamente tenía miedo”, confiesa en un reel que ha compartido en sus redes sociales, donde narra la experiencia con naturalidad y emoción.
Desde el principio, tenía claro que se sentaría al lado del conductor. “No iba a dejar que nadie se sentara al lado mío… porque la gente es mala y vivimos en una sociedad muy mala”, reconoce.
Pero lo que parecía que iba a ser un trayecto tenso y lleno de nervios, se convirtió en una experiencia que le devolvió la confianza. El chófer del Bizkaibus se llamaba José. Podría haberse limitado a conducir, sin mediar palabra, pero eligió lo contrario: implicarse, empatizar y acompañar.
“¿Es tu primer viaje sola?”, le preguntó nada más arrancar. Maialen respondió con sinceridad: “Sí, tengo un poco de nervios”. La respuesta de José fue tan simple como poderosa: “No, hombre, mujer, a ver, sola no estás porque estás conmigo y conmigo no te va a pasar nada”.
No, hombre, mujer, a ver, sola no estás porque estás conmigo y conmigo no te va a pasar nada"
LO QUE VIVIÓ MAIALEN A PARTIR DE LA FRASE DEL CONDUCTOR DE AUTOBÚS
Unas palabras que, como ella misma relata, le dieron una calma inesperada: “La tranquilidad que a mí me dieron esas palabras en ese momento se las voy a agradecer eternamente”.
José no solo rompió el hielo con esa frase, sino que estuvo pendiente de ella durante todo el viaje. Cada veinte minutos le preguntaba: “¿Estás bien? ¿Necesitas algo?”. Y en cada parada le iba explicando en qué punto se encontraban.
“Me decía: Estamos en Markina, ahora vamos a no sé dónde. Y eso también me tranquilizaba mucho”, cuenta Maialen.
El chófer incluso se aseguró de que se bajara en la parada correcta, como si de un familiar se tratase. Un gesto que ella describe con una gratitud inmensa:
“Podría haberme tocado uno típico cascarrabias que no habla, incluso mira mal. Pero menos mal que me tocó él porque ese día estaba muy nerviosa”. Un recuerdo imborrable para Maialen
Lejos de ser un simple trayecto, aquella primera vez en Bizkaibus se convirtió en una lección de humanidad. “Me has hecho como que mi primera vez sea mucho más tranquila. Estuvo pendiente de que me bajara y de verdad, eternamente agradecida”, dice en su mensaje público dirigido a José.
En su reel incluso pide que Bizkaibus le haga llegar el vídeo al conductor: “Espero que le llegue a José este vídeo. De verdad, muchísimas gracias, te estoy agradecida. Agur”. Una historia que conecta con todos.

La historia de esta chica se ha hecho viral en redes
El relato de Maialen se ha viralizado porque habla de algo que trasciende a las enfermedades raras o a la edad: la importancia de la empatía en lo cotidiano. Lo que para algunos podría parecer un detalle menor, para ella ha sido un punto de inflexión en su camino hacia la independencia.
Además, su historia pone en valor la labor de los trabajadores del transporte público, que a menudo se enfrentan a jornadas duras, pero que también tienen la capacidad de marcar la diferencia en la vida de quienes transportan.
Maialen sabe que vivir con una enfermedad rara es un desafío constante, pero también es consciente de que gestos como los de José pueden cambiarlo todo. Una sonrisa, una palabra de ánimo, un poco de atención, pueden convertir un momento de miedo en un recuerdo imborrable. “Me podría haber tocado otro chófer, pero menos mal que fue él. A mí me ha marcado”, resume.