Adolescencia y Cofradía es un binomio poco común. Por eso hemos hablado en COPE Euskadi con Ioritz García, tiene 18 años, toca el txistu, el piano, estudia filología vasca en Vitoria, sale con sus amigos y pertenece a la Cofradía de Begoña.

18 años es una edad en la que otros muchos piensan en sus estudios, en los amigos, en disfrutar, pero él es cofrade, miembro de un grupo de personas que viven la Semana Santa de una forma muy especial.

Fervor temprano

Ioritz contaba en COPE Euskadi que su fervor “fue temprano, desde pequeño seguía las procesiones en la tele y su familia le mandaba vídeos de las que veía en sus viajes”.

Decidió presenciar los pasos de Bilbao hasta que un día dio el paso de acercarse a una cofradía y conocerla en “primera persona”.

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Devoción por la Amatxu de Begoña

Ioritz explica que desde el primer momento tuvo claro que de acercarse a una cofradía sería a la de Begoña, ya que su familia “siempre ha tenido una devoción especial por la Amatxu de Begoña y es tradición acercarnos a la basílica”.

Ioritz García: “Siempre tuve claro que si me acercaba a una cofradía iba a ser la de Begoña”

Cofradía de Begoña: Penitencia y Gloria

Ioritz explica a Alicia Calleja que en la cofradía de Begoña, además de la parte dedicada a la penitencia “también está la parte de gloria en la que se celebra otras cosas y se organizan eventos como la procesión náutica de la Amatxu de Begoña”

El momento más especial

El joven cofrade confiesa en COPE Euskadi que desde dentro de una cofradía la Semana Santa se vive de una manera especial sobre todo “ese momento en el que el jefe de paso da el golpe para levantar el paso por primera vez... ese momento no lo puedes conocer viviéndolo desde fuera... esa sensación de estar dentro agachado...no se puede conocer si estás fuera”.