León XIV, el papa "tranquilo" y comprometido con la paz que dejó huella en Bilbao
El obispo de Bilbao, Joseba Segura, destaca la "unidad" en torno a la elección del nuevo Pontífice u vaticia que "puede aportar novedad"

El obispo de Bilbao, Joseba Segura, celebran la "unidad" en torno al Papa y su compromiso con la paz
Vitoria - Publicado el
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La del Papa León XIV ha sido una elección "rápida" que refleja la "unidad" en torno a un Pontífice que ha dejado clara cuál es su prioridad, la paz. Así lo ha destacado el obispo de Bilbao, Joseba Segura, quien en una comparecencia ante los medios en la Basílica de Begoña, no ha ocultado que fue una "sorpresa".
Hasta hace poco, "no le conocía casi nadie", ha admitido, al tiempo que ha resaltado que la procedencia norteamericana del nuevo pontífice "puede aportar novedad" a la Iglesia.
construir consensos
El prelado bilbaíno ha hecho hincapié en los ejes que, a su juicio, marcarán el papado de León XIV: la paz, el desarme y la cultura del encuentro. "Algunos hablan de divisiones, pero lo más llamativo ha sido cómo se ha encontrado consenso. Es un buen síntoma respecto a algo fundamental en la Iglesia Católica, ese deseo de mantener la unidad en una situación tan diversa".

Paso del Papa León XIV por Bilbao
más sereno que su antecesor
El obispo de Bilbao ha subrayado que la tarea de León XIV será compleja, ya que deberá mantener la cohesión de una Iglesia diversa sin renunciar a ser una voz "moral y ética" en el mundo. "La unidad es fundamental en una situación tan diversa".
Comparando a León XIV con su predecesor, el Papa Francisco, Segura señala que Prevost parece mantener "un estilo más tranquilo, como más líder sereno, que esa impulsividad y esa fuerza que tenía el Papa Francisco".
El vínculo de León XIV con Bilbao
Robert Francis Prevost, ahora León XIV, tiene una conexión especial con Bilbao a través de su hermandad de los Agustinos. En 2004, visitó el colegio de esa Orden, Padre Andrés de Urdaneta en Loiu, donde le conocen bien.
Más recientemente, en 2011, participó en la ordenación del sacerdote bilbaíno Miguel Olaortua, ya fallecido y con quien mantenía una estrecha amistad. Este evento, oficiado por el entonces obispo Ricardo Blázquez, tuvo lugar en Bilbao, cuando Prevost era prior general de la Orden de San Agustín.