El Baskonia de las dos caras irreconciliables

En “Dobles Figuras” (COPE Vitoria), Roberto Arrillaga, Juanjo Brizuela e Iván Benito diseccionaron la fragilidad táctica, la integración de Marcus Howard y la necesidad urgente de un pívot físico antes de enfrentarse a Maccabi y un Barcelona en crisis. 

El equipo muestra una dualidad extrema. En casa, compite con solidez; fuera, se desmorona sin explicación racional. La derrota en Lleida comenzó con una primera parte “demencial” y la de Hapoel fue un colapso progresivo. “Pesa más la cabeza que las piernas”, apunta Iván Benito. Los tertulianos coinciden en que los viajes alteran rutinas, pero el problema trasciende lo físico: no hay soluciones tácticas ni reacción colectiva. En Lleida, la remontada llegó por orgullo individual; en Sofía, ni eso apareció. “No vi nuevas ideas para enmendar esto”, lamenta Juanjo Brizuela. 

 Defensa 1x1 y falta de reacción: El partido se rompe en silencio  

La mejora defensiva se evaporó ante Hapoel. El rival generó ventajas rápidas en el uno contra uno, y Baskonia no respondió ni individual ni colectivamente. “Cuando tienes la mano fría, ¿hasta dónde llega la caída?”, pregunta Brizuela. El equipo remontó hasta ponerse a cinco puntos tras un tiempo muerto, pero luego se dejó llevar. El último cuarto tuvo “aroma de pretemporada”. Hapoel anotó 114 puntos con posesiones cortas; Baskonia encajó parciales sin activar un “stop defensivo”. La fragilidad física y atlética fue evidente ante un rival “muy bueno”. 

 Zona defensiva y juventud: Lleida expuso carencias tácticas  

En Lleida, la zona de Gerard Contrasta fue un muro que Baskonia no supo atacar. Galbiati reconoció no haberla trabajado lo suficiente. “Muchos jugadores novatos en Europa sufren con estas defensas”, explica Benito. Los triples no entraron hasta el final, cuando el partido ya estaba perdido. El entrenador rival mantuvo la zona porque Baskonia no la resolvió. La falta de acierto exterior permitió a los rivales apostar por defensas alternativas sin riesgo. “Os dejo que me ganéis con los tiros de seis metros para atrás”, resumió Arrillaga. La plantilla, joven y en adaptación, quedó en pañales tácticos. 

Howard: Regreso con galones, pero necesita escuderos verticales  

Howard volvió tras lesión con 26 minutos y cuatro asistencias. Dejó espacio a Cabarrot y se mostró generoso, pero ansioso en el triple. “Tiene que encajar sí o sí por calidad y salario”, defiende Benito. Su amenaza exterior obliga a defensas a ajustarse, pero necesita compañeros verticales al aro para colapsar zonas y liberar espacios. 

El debate: ¿mejora Baskonia defendiendo o atacando? Benito apuesta por el ataque: “Si mete, defiende mejor”. El porcentaje de tres del equipo es bajo; sin amenaza exterior, los rivales cierran la pintura.

 Urgencia de un pívot: Grisáceo rendimiento interior  

Los interiores alternan días grises. Kurucs y Tadas no aportaron; Diakité y Diop, inconsistentes. “Necesitamos un cinco de verdad”, reclama Benito. Galbiati probó a Tadas de cinco, pero los mejores minutos llegaron con pívots naturales. Hapoel dominó el poste bajo; Baskonia no ganó línea de fondo. “Hay que pisar más la pintura con diagonales y verticalidad”, propone Brizuela. El club busca un interior físico, pero el mercado es complicado. “No hay tíos grandes disponibles”, admite. La alternativa: más juego al aro con los actuales, pero ayer fue “balonmano” por fuera. 

 Próximos retos: Maccabi y un Barcelona en crisis  

Maccabi llega en ascenso con físico tremendo y Sorkin como amenaza interior. “Cada día juegan mejor; hay que empatar su atletismo”, advierte Brizuela. Benito ve a Baskonia superior, tácticamente, pero vulnerable si el duelo se va al físico. “Es un rival directo; hay que ganar”, insiste. Barcelona, tras destituir a Peñarroya, estrenaría entrenador (posiblemente Xabi Pascual). “Etapa de goma constante; sobrevivía partido a partido”, analiza Benito. Arrillaga cerró: 13 salidas sin ganar; Maccabi debe ser la primera victoria fuera o el mensaje será devastador.