La Mutilvera se aferra al sueño de la Copa del Rey frente a un Real Zaragoza en crisis

Este miércoles es día de Copa y la Mutilvera afronta con "muchísima ilusión y expectación" su partido contra el Real Zaragoza. El entrenador del equipo navarro, Álvaro Garrido, ha analizado en las horas previas un encuentro que ha generado una "repercusión enorme" en todo el valle. Desde que el sorteo deparó el enfrentamiento, el técnico reconoce que ha costado desconectar. "Tanto a mí como al cuerpo técnico como a los jugadores, pues a todo el mundo le le han preguntado constantemente sobre este partido, ha costado desconectar", ha explicado.

Un lleno absoluto

La primera buena noticia para la Mutilvera es que se ha vendido todo el papel, a pesar de la instalación de una grada supletoria. La mala, que mucha gente se ha quedado sin poder asistir. "Al ser el Zaragoza, pues todo el mundo quiere quiere venir a verlo", ha comentado Garrido. El club ha hecho un esfuerzo para ampliar el aforo, que oficialmente no llega a las 800 butacas. "El ayuntamiento ha arrimado el hombro un poquito, ha puesto unas gradas supletorias", ha agradecido el técnico. Se espera que, entre la grada principal, las supletorias y la gente de pie, la asistencia se acerque a las 2.000 personas, una cifra que el entrenador considera "una cantidad importante".

El dilema de la alineación

Para el entrenador, la previa de un partido tan especial es también "muy difícil" por la confección del once titular. Garrido ha lamentado la mala suerte de los lesionados Mario Pascal y Marcos Yaniz, que "no van a poder disfrutar de este premio". Para el resto, la decisión es "dura". "Me gustaría dar minutos a todos porque es un premio para el equipo, pero pero bueno, ahí tendremos que tomar nuestras decisiones", ha señalado. La alineación estará condicionada por factores como las cargas del exigente calendario de Segunda RFEF y el estado físico de los jugadores.

Para muchos de mis jugadores es el partido de sus vidas"

La baza del estado anímico

Pese a la diferencia de categoría, la Mutilvera se aferra a varios factores para intentar equilibrar la eliminatoria. Garrido es realista y recuerda que el filial del Zaragoza, que compite en su misma liga, va por delante en la clasificación. Sin embargo, el estado emocional de ambos equipos es opuesto. "Para nosotros es un partido super ilusionante, para muchos de mis jugadores es el partido de sus vidas", ha afirmado con rotundidad. En cambio, el Zaragoza llega "en una situación super delicada, tienen un nivel de presión absolutamente brutal" tras el cambio de entrenador y la mala racha en liga.

Cada minuto que pase y sigamos vivos en el partido, para nosotros va a ser una pequeña victoria"

A estos factores se suma jugar en casa, con la afición apoyando y en un campo de césped artificial al que el rival no está acostumbrado. La estrategia es clara: aguantar y dejar que el tiempo juegue a su favor. "Tenemos muy claro que cada minuto que pase y sigamos vivos en el partido, para nosotros va a ser una pequeña victoria", ha asegurado el técnico. La idea es que la presión por su obligación de ganar "les puede pesar como una losa" a los jugadores del Zaragoza a medida que avance el cronómetro.

Respecto al once que pueda presentar el Zaragoza, a Garrido le da "absolutamente igual", ya que considera que cualquier jugador rival tendrá un nivel muy superior. "Jueguen quien jueguen van a tener un nivel muy alto", ha sentenciado. No obstante, ha matizado que si juegan los jóvenes del filial, "nos igualarán la ilusión", pero su posible falta de experiencia en este tipo de escenarios de presión también podría ser un factor que juegue a favor de la Mutilvera.