Osasuna visita este viernes el Benito Villamarín. Tanto el Real Betis como Osasuna han completado un inicio liguero con pleno de victorias. Los andaluces vienen de llevarse los tres puntos de Mallorca con cierta polémica. Un dudoso penalti de Battaglia a Fekir en el 72 de juego desequilibró la balanza y provocó el enfado del estadio de Son Moix después de ver como Borja Iglesias transformaba dicho penalti. Osasuna, por otro lado, venció sin pasar muchos apuros al Cádiz en El Sadar. Dos goles desde los 11 metros sirvieron a los rojillos para seguir con las buenas sensaciones.

Es el primer partido de la temporada de Osasuna fuera de casa, algo que se le dio muy bien la temporada pasada. Los rojillos, paradójicamente, cosecharon mejores resultados lejos de Pamplona que en su campo. Algo extraño por lo bien que se le ha dado siempre a Osasuna los partidos en El Sadar. A pesar de eso, el equipo dirigido por Jagoba Arrasate, no gana en el Benito Villamarín desde 2014. Osasuna ganó ese partido por 1 gol a 2. Roberto Torres y Figueras en propia puerta del lado visitante y Jorge Molina para los locales. Aquella temporada, Betis como colista, Valladolid y Osasuna, bajaron a Segunda División. Y es en esa misma temporada cuando sucedió en la última jornada de liga y con los béticos ya descendidos, el recordado episodio de la caída de la valla del graderío sur del viejo Sadar. La última vez que Osasuna sacó un punto en el Villamarín fue en 2009 cuando Camacho dirigía al equipo navarro.

Y para partido para recordar, felizmente para el beticismo y no tanto para los navarros, aquella final de Copa del Rey en el Vicente Calderón que el Betis ganó en la prórroga. O como cuando Nekounam en el minuto 90 con un golazo de falta puso el 2 1 en el marcador que significaría la victoria de Osasuna en un agónico partido en El Sadar.