El mazapán riojano que triunfa con la misma receta desde hace 125 años: El secreto del éxito de Soto Segura con un producto 100% natural

La Navidad ya se huele en La Rioja y el trabajo es incesante en la fábrica de Mazapanes Soto Segura. Esta empresa familiar, con cuatro generaciones de historia, llega a producir hasta 3.600 kilos diarios de sus tradicionales dulces durante los meses de máxima actividad, alcanzando unas 200 toneladas al año. Un producto que evoca recuerdos y que se ha consolidado como una pieza fundamental en las celebraciones navideñas de miles de hogares, especialmente en el norte de España.

El secreto de un dulce centenario

El gerente de la compañía, César Rio, asegura que la clave de su éxito reside en dos factores: "mucho cariño" y, sobre todo, "ingredientes de primera calidad y saber manejarlos". La almendra es el componente principal y la seleccionan cuidadosamente. "La almendra es la pieza clave, sobre todo porque buscamos una almendra que tenga mucha, mucha grasa, para que cuanto más grasa tenga la almendra, más sabor y más rica esté", explica Rio. El otro ingrediente fundamental es el azúcar, con el que se elabora un caramelo similar al del flan.

La almendra es la pieza clave, sobre todo porque buscamos una almendra que tenga mucha, mucha grasa"

César Río 

Gerente de Mazapanes Soto Segura 

Esta sobresaliente calidad, que distingue a un producto cien por cien natural, fue reconocida en 1989 con la denominación La Rioja Calidad. Este sello no solo certifica su excelencia, sino que también asegura que el mazapán de Soto siga siendo tan exquisito como lo era hace más de un siglo, manteniendo viva una tradición gastronómica que ha puesto a la localidad de Soto en Cameros en el mapa culinario nacional.

Cuatro días de pura artesanía

Cada mazapán, con un peso exacto de 33,3 gramos, requiere un minucioso proceso de elaboración de cuatro días. Este ciclo artesanal es fundamental para garantizar su calidad. "Respetar los tiempos de reposo de las masas es fundamental para que la forma aguante y la jugosidad se quede dentro del mazapán", detalla el gerente. El objetivo es claro: "Nosotros queremos hacer mazapán que hacía mi abuelo o el tío de mi abuelo hace 100 años, y en eso estamos".

Nosotros queremos hacer mazapán que hacía mi abuelo o el tío de mi abuelo hace 100 años"

César Río 

Mazapanes Soto Segura

El proceso comienza con la creación de las masas, que reposan durante una noche. Al día siguiente se les da su forma característica, el tercer día se hornean tras otro periodo de reposo a temperatura y humedad controladas, y finalmente, al cuarto día, se envasan para su distribución. A pesar de la innovación, la empresa mantiene elementos tradicionales como la oblea de la base, un rasgo distintivo de su producto.

Mirando al futuro sin olvidar el pasado

Mazapanes Soto Segura ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. En 2022 inauguraron una nueva planta en Villamediana de Iregua que les ha permitido optimizar la producción con mayor seguridad, manteniendo la receta de siempre. La empresa también se ha renovado para conectar con el público joven a través de una imagen simplificada para medios digitales y el lanzamiento de nuevos productos como las fresas y naranjas bañadas en chocolate, que ayudan a desestacionalizar su consumo. Un consumo que llega a todos los rincones del mundo gracias a la web de Mazapanes Soto Segura. 

Aunque el 98% de las ventas se concentra en Navidad, César Rio defiende que "el mazapán se puede consumir todo el año". De hecho, es un alimento apreciado por deportistas como ciclistas o senderistas, ya que "te da una energía instantánea" y su jugosidad reduce la necesidad de beber agua. Con casi 125 años de historia, el objetivo es la permanencia: "Apoyándonos en el pasado y mirando al futuro", concluye Rio, con la esperanza puesta en la quinta generación.