José Luis Marañón, dueño de un negocio centenario en Logroño: "Estamos poniendo cortinas en un hotel en Málaga o en París. En un comercio hoy en día, o te actualizas o tiendes a morir"

Con más de 100 años de historia en La Rioja, el negocio familiar Textiles Marañón acomete su expansión internacional gracias a la apuesta por las nuevas tecnologías y las redes sociales

Álvaro de los Ríos

Logroño - Publicado el

4 min lectura

Textiles Marañón es una empresa familiar con más de 100 años de historia, actualmente dirigida por José Luis Marañón, la tercera generación. La reciente incorporación de su hijo de 25 años, que representa a la cuarta generación familiar, ha supuesto una auténtica revolución en el negocio

La apuesta por las redes sociales y las nuevas tecnologías ha abierto las puertas de la compañía a mercados que eran impensables hace solo unos años.

Textiles Marañón

La centenaria tienda, Textiles Marañón, en Logroño

Nuevos mercados y proyectos complejos

El propio José Luis Marañón ha explicado que su hijo está aportando "ideas nuevas" y abordando presupuestos e instalaciones que él mismo había desechado por su complejidad. 

Este nuevo impulso ha llevado a la empresa a instalar cortinas más allá de sus mercados tradicionales en La Rioja, Navarra y Euskadi. Gracias a ello, la compañía ha realizado trabajos en un hotel en Málaga y en ciudades como París, Barcelona y Madrid.

La filosofía: actualizarse para sobrevivir

El actual propietario de Textiles Marañón tiene claro que el futuro del negocio pasa por la modernización y la especialización. Según ha afirmado José Luis Marañón, esta filosofía es la que les ha permitido no solo sobrevivir, sino también crecer a nivel internacional, "los comercios, o te actualizas hoy en día o tiendes a morir, no te queda más".

Los comercios, o te actualizas hoy en día o tiendes a morir"

José Luis Marañón

Propietario de Textiles Marañón

Este proceso de adaptación es constante y diario. "Estamos actualizándonos constantemente, tanto con sistemas de domótica como con otras novedades, es un día que estamos aprendiendo cosas nuevas", ha señalado Marañón.

El empresario destaca que esta formación continua involucra tanto a su hijo como a él mismo para alcanzar la profesionalidad que demandan los clientes en instalaciones cada vez más complejas.

El éxito de esta nueva etapa es tal que la empresa ya planea su traslado a un nuevo local. Las futuras instalaciones triplican la superficie actual del comercio, una ampliación necesaria para dar cabida al creciente volumen de trabajo que ha experimentado Textiles Marañón.

Futuro local de Textiles Marañón

El corazón comercial de Logroño

Pasear por el centro de Logroño, por el Paseo de las Cien Tiendas, la Gran Vía o el casco antiguo, es descubrir que el comercio local sigue vivo. Y no solo vivo, lleno de alma. Cada escaparate, cada saludo, cada aroma que sale de una tienda o cafetería cuenta una historia distinta.

Con cerca del 89 % de los establecimientos independientes, Logroño demuestra que su modelo comercial sigue siendo mayoritariamente local. Un tejido que resiste, que se adapta y que pone rostro a cada compra. Frente a la uniformidad de las grandes franquicias, aquí todavía se puede encontrar trato cercano, productos únicos y tiendas que conocen a sus clientes por su nombre.

Comercios minoristas en Logroño

Este modelo favorece una experiencia más humana y auténtica. En cada rincón se percibe que la ciudad mantiene su identidad, evita la homogeneización y apuesta por un comercio más comunitario y sostenible. No es casualidad que Logroño aspire a convertirse en Capital Europea del Comercio Minorista en 2028, porque lo que se vive en sus calles no es solo consumo, es convivencia. 

Un sector que vuelve a respirar  

El comercio minorista logroñés muestra signos claros de revitalización. Por primera vez en años, la ciudad ha cerrado el primer semestre de 2025 con saldo positivo45 nuevas aperturas frente a 39 cierres. Un dato que invita al optimismo.

Este cambio de tendencia es un soplo de aire fresco para un sector que da empleo a más de 17.000 personas en toda La Rioja, y casi 10.000 en Logroño, repartidas entre los cerca de 2.000 comercios minoristas de la capital.

Las personas que suben la persiana de estos locales cada mañana son quienes marcan la diferencia. En sus gestos está la esencia de la ciudad, la amabilidad, el esfuerzo, la cercanía. “El cliente, además de haber comprado lo que necesitaba, sale con una sonrisa”, cuenta Amaya Tomé, dueña de una pequeña tienda de ropa en la Calle Portales.

Hoy, la presencia en internet y redes sociales se ha convertido en un salvavidas. Un escaparate digital que complementa la atención de toda la vida. Gracias a ello, muchos comercios locales han mantenido e incluso incrementado sus ventas.

Según el Instituto Nacional de Estadística, el comercio minorista en La Rioja cerró 2024 con un incremento del 2,1% en sus ventas online, un dato que confirma la buena dirección del cambio.

Un ejemplo de esta adaptación es Textiles Marañón, un negocio familiar que ha sabido combinar tradición y modernidad, manteniendo su esencia artesanal mientras amplía clientes gracias a su tienda online.

En definitiva, el comercio local de Logroño no solo resiste, se transforma. Lo hace con nombres y apellidos, con historias reales, con ilusión. Porque cada vez que compramos en una tienda de aquí, estamos apoyando a las personas que dan vida a la ciudad.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.