"Autruaño será", no hay robo: Arnedo "gana" a Andosilla y se queda con los santos San Cosme y San Damián

Con el tradicional "¡autruaño será!", los "mozos" de Arnedo han vuelto a impedir este martes que un grupo de jóvenes desplazados desde la localidad navarra de Andosilla "roben" las imágenes de San Cosme y San Damián, patronos de esta ciudad riojana. Arnedo ha revivido, en el día grande de su fiestas patronales, esta tradición ancestral, de origen casi desconocido, pero que se ha celebrado durante varios siglos y que llevaba sin hacerlo desde 2019 por la pandemia. San Cosme y San Damián son patronos de Arnedo en homenaje al trabajo de médicos que desarrollaron estos dos santos de origen árabe en el siglo III antes de morir decapitados.

En tiempos de la peste de los siglos XVI y XVII, esta localidad se encomendó a estos santos mártires para sobrevivir y, tras lograrlo, en el siglo XVIII erigió una iglesia en su honor. En 1769 se concedió a Arnedo celebrar una feria y mercado para conmemorar a San Cosme y San Damián y en sus primeros años ya se produjeron los primeros intentos de losa vecinos de Andosilla de "robar" las imágenes de los santos reivindicando para ellos esta celebración. Este intento de robo, a modo lúdico, se mantiene en la tradición de Arnedo y Andosilla, aunque en ocasiones se han sumado vecinos de otros municipios, unida a la presencia desde la madrugada del 27 de septiembre de "auroros" llegados, en parte, de Navarra, que cantan alabanzas a Dios por el amanecer de este día. Tras la procesión de los auroros, ha llegado el momento del desafío navarro, con "mozos" de Andosilla que han reclamado en tres ocasiones, con canciones, las tallas de San Cosme y San Damián durante su procesión por el municipio. Pero ni los jóvenes de Arnedo que las portaban, ni los centenares de vecinos congregados en las calles han permitido a los navarros salirse con la suya y les han despedido con el tradicional "¡autruaño será!". Porque ya no será hasta el 27 de septiembre de 2023 cuando los navarros vuelvan a reclamar a San Cosme y San Damián y, salvo sorpresa, los arnedados volverán a impedir que sus santos salgan de la ciudad.