El Ayuntamiento recomienda para los conductores que quieran salir de la ciudad utilizar Pérez Galdós, Gallarza, y República Argentina. Y, para quienes entren en Logroño, Poeta Prudencio, Hermanos Hircio, y Pino y Amorena. Hay otra red de calles que facilitan la conexión norte-sur, sur-norte sin tener que utilizar Vara de Rey.

Las vallas ya están colocadas con tan solo tramos que se pueden utilizar para acceder a garajes, para realizar la cargas y descargas y, en el caso de la parte sur de la calle, también para dejar y recoger a los alumnos del colegio Escolapias-Sotillo.

El paso en el tramo de las obras entre Huesca y Poeta Prudencio ya está clausurado entre vallas y los logroñeses buscan alternativas para el tránsito peatonal o rodado por la zona.

El paso de peatones por la zona también se ha visto afectado. En Duques de Nájera, donde se ha trabajado hasta ahora, se ha adecuado un paso para cruzar. Solo los vecinos de Vara de Rey, podrán acceder a sus viviendas. Hermanos Hircio será la vía peatonal alternativa y también se podrá pasar por los primeros números pares de Duques de Nájera, los que se encuentran junto al bar Ciudad Jardín, desde Vara de Rey hasta la rotonda de la calle Belchite, un tramo que, cuando acaben las obras, se habrá reurbanizado y será peatonal.

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Los autobuses modifican desde hoy los recorridos de las líneas 1, 3 y 11, además de los Búhos 2 y 3. Evitarán el tramo cortado pasando por la estación de ferrocarril, donde habrá una parada provisional. Mantendrán las mismas frecuencias, excepto la línea 3, que volverá a los 15 minutos prepandemia. Se va a demoler lo que queda del túnel y a desmontar el puente sobre la vía, para buscar la cota cero.

Las obras generan incomodidad tanto en el tráfico rodado como en el peatonal. En el primer día de corte en Vara de Rey nos encontramos con vecinos que estudian el itinerario más conveniente y por logroñeses que recorrern las calles aledañas en busca del recorrido más corto para llegar a su destino. Y es que, el centro de Logroño "está patas arriba de la noche a la mañana".

Malestar en el entorno de Vara de Rey pero también comprensión ante unos meses incómodos que darán paso a una nueva imagen de Logroño.

El deseo final es que las obras queden bien y no acumulen retrasos.