Los 6 mejores platos de España en 2025, según los inspectores Michelin: Los que marcan
Un viaje gastronómico por seis creaciones inolvidables que combinan vanguardia y tradición, seleccionadas por los paladares más exigentes del país
El emocionante Bogavante asado y sabayón al oloroso de El Portal de Echaurren, con dos Estrellas MICHELIN en Ezcaray (La Rioja). © El Portal de Echaurren
Logroño - Publicado el
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Los inspectores e inspectoras MICHELIN recorren cada año todos los rincones del país, probando miles de platos que viajan de la tradición a la vanguardia. Sin embargo, solo unas pocas de esas creaciones logran permanecer en su memoria por su excelencia y singularidad. La prestigiosa guía ha destacado seis de los mejores platos que sus inspectores han degustado durante 2025, un selecto grupo de elaboraciones que definen el panorama de la alta cocina actual.
El mar como fuente de inspiración
En Aponiente (El Puerto de Santa María), el chef Ángel León continúa su idilio con el océano. Su plato Cañaillas en sopa fría moruna ha cautivado a los inspectores esta temporada, una elaboración que resume el espíritu del restaurante. Sobre un gelificado de plancton marino reposan las cañaíllas, que se terminan en mesa con un gazpachuelo moruno, creando una oda al Mediterráneo con acento andaluz a la altura de sus tres Estrellas MICHELIN.
El impecable plato Cañaillas en sopa fría moruna, del restaurante con tres Estrellas MICHELIN Aponiente, en El Puerto de Santa María.
Desde el monte Igueldo, Pedro Subijana celebra los 50 años de Akelaŕe (Donostia / San Sebastián) con creaciones como Bogavante y kiskilla bajo una cubierta de arroz venere. El plato es una reinterpretación de la ensalada de bogavante donde dados del marisco y quisquillas confitadas se ocultan bajo un crujiente de arroz negro. Este cereal, considerado un elixir rejuvenecedor por los emperadores chinos, protagoniza un calculado juego de texturas y temperaturas.
El delicioso Bogavante y kiskilla bajo una cubierta de arroz venere y sorbete de salpicón del restaurante con tres Estrellas MICHELIN Akelaŕe, Donostia-San Sebastián.
La experiencia en Azurmendi (Larrabetzu), la casa del chef Eneko Atxa, también rinde homenaje al Cantábrico. Su pase Ostra, granizado marino, algas y brotes llega a la mesa con un halo de humo que aporta teatralidad. Un granizado, elaborado con más de treinta ingredientes marinos, cubre y realza unas ostras excepcionales en una creación que sintetiza la filosofía del restaurante: una versión gastronómica y contemporánea del Cantábrico.
El equilibrado plato Ostra, granizado marino, algas y brotes del restaurante Azurmendi, con tres Estrellas MICHELIN.
Técnica, memoria y territorio
En La Rioja, el chef Francis Paniego muestra su lado más marino en El Portal de Echaurren (Ezcaray). Su Bogavante asado y sabayón al oloroso presenta el marisco en su punto justo de cocción, acompañado de un sabayón de yema al vino oloroso. La creación se complementa con un emparedado de pan brioche relleno con la carne de las pinzas, honrando la herencia familiar con sabores refinados y llenos de emoción.
El emocionante Bogavante asado y sabayón al oloroso de El Portal de Echaurren, con dos Estrellas MICHELIN en Ezcaray (La Rioja).
Por su parte, Quique Dacosta ha logrado en su restaurante homónimo de Dénia que su menú sea el primero del mundo en registrarse con derechos de autor. De él destaca el plato Blanco sobre negro, que responde a la pregunta "¿Podemos hacer un coulant salado? ¿Y sin huevo?". El resultado es un coulant con exterior blanco de agua de moluscos e interior de encebollado de tinta de sepia, condensando la memoria culinaria del Levante.
El sabroso y creativo plato Blanco sobre negro, del restaurante Quique Dacosta, con tres Estrellas MICHELIN en Dénia.
Finalmente, en Voro (Mallorca), el chef jienense Álvaro Salazar invita a devorar el Mediterráneo con el aperitivo Ramallet y mahonés. La propuesta se articula en torno al tomate ramallet y un queso mahonés añejo, presentados en un agua de tomate ahumada con helado de queso. Los inspectores lo han descrito como una "explosión de sabores sorprendente y deliciosa", una bienvenida que marca la pauta de la experiencia.
El original Ramallet y mahonés, del restaurante Voro, con dos Estrellas MICHELIN en Mallorca.
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