El 13 de mayo: La fecha negra para el campo riojano
La tormenta del martes 13 de mayo fue la más intensa, pero no la única en La Rioja

Campaña de la pera
Logroño - Publicado el
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Agroseguro confirma que el 13 de mayo fue el día con mayor siniestralidad agrícola en La Rioja durante este mes. La tormenta de granizo que golpeó con fuerza La Rioja Baja tuvo su mayor impacto en Pradejón y El Villar de Arnedo, pero también afectó a otras localidades cercanas a la N-232 como Tudelilla, Ausejo, Ocón y Calahorra.
En total, se contabilizan 1.200 hectáreas siniestradas solo en esa jornada, con daños en viñedos, cereales de invierno y leguminosas. No fue un caso aislado porque hay que contabilizar los daños de tres granizadas en 10 días
La tormenta del día 13 fue la más intensa, pero no la única, el Domingo 4 de mayo, el granizo afectó a más de 300 hectáreas de viñedo en La Rioja Alta, especialmente en Sajazarra y sábado 10 de mayo, otra fuerte tormenta alcanzó más de 500 hectáreas en Aldeanueva de Ebro y Rincón de Soto, impactando tanto a viñedos como a frutales, especialmente de pera.
Más de 2.000 hectáreas aseguradas
Agroseguro ha recibido declaraciones de siniestro por 2.078 hectáreas aseguradas, repartidas en 3.229 parcelas. Sin embargo, se estima que la superficie real afectada es mayor, ya que alrededor del 20% de los cultivos en La Rioja no están asegurados.
Esto implica que muchos agricultores afrontarán las pérdidas sin respaldo, lo que agrava la situación económica de numerosas explotaciones.
El cambio climático deja su huella en el campo riojano
Estos fenómenos extremos, cada vez más frecuentes, reflejan la vulnerabilidad del sector agrario ante el cambio climático. Las granizadas de mayo son solo un ejemplo más de cómo el clima puede comprometer en minutos meses de trabajo y esfuerzo.
Desde el sector se reclama mayor apoyo institucional, herramientas de prevención más eficaces y un impulso decidido a la cultura del seguro agrario, clave para garantizar la estabilidad de las explotaciones ante un clima cada vez más imprevisible.
La realidad del sector agrario en La Rioja no es sencilla. Aunque las estadísticas indican que hay 6.786 personas cotizando como agricultores o ganaderos (sumando el Régimen Especial Agrario y los autónomos), los sindicatos advierten que la cifra real de profesionales que viven exclusivamente del campo ronda apenas los 4.000. El resto, dicen, son temporeros o lo que llaman 'agricultores de fin de semana', con la agricultura como complemento y no como sustento.
Lo cierto es que el número de profesionales ha descendido con el paso de los años. Según cálculos, en el año 2000 había en torno a 6.000. Hoy quedan poco más de 4.000. No es sólo una cuestión de estadística: es un retrato de cómo cambia la vida en nuestros pueblos, donde el relevo generacional llega con cuentagotas y la rentabilidad se esfuma entre costes de producción, burocracia y mercados que aprietan.
Y sin embargo, el agro sigue siendo crucial para esta tierra. Los productos primarios representan el 6% del PIB regional, y si se suma la industria agroalimentaria, ese porcentaje se dispara hasta el 18%. El campo, aunque cada vez con menos manos, sigue alimentando no sólo despensas, sino también economía, cultura y paisaje.
Hoy en La Rioja hay censadas 10.802 explotaciones agrícolas, que abarcan más de 213.000 hectáreas de superficie utilizada. Y hay 893 granjas de ganado, desde aves de corral hasta vacuno, pasando por porcino o caprino. Por sorprendente que parezca, también hay más tractores que nunca: el parque móvil agrícola ha pasado de 744 hace una década a más de 2.000 hoy, reflejo de una mecanización que avanza pese a las dificultades.