La Reserva Marina de la Isla del Aire duplica las poblaciones de peces vulnerables cinco años después de su creación
Un estudio del IEO-CSIC y el OBSAM confirma los beneficios de la protección marina en el sureste de Menorca, aunque alerta sobre los riesgos de la reducción de la reserva y la falta de vigilancia

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Menorca - Publicado el
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Cinco años después de la creación de la Reserva Marina de la Isla del Aire, ubicada al sureste de Menorca, las poblaciones de peces vulnerables a la pesca muestran una clara recuperación. Así lo refleja el último informe científico elaborado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), a través de su Estación de Investigación Jaume Ferrer, en colaboración con el Observatorio Socioambiental de Menorca (OBSAM-IME), que revela un aumento del 96% en la abundancia de peces y del 161% en la biomasa dentro de la zona de máxima protección.
Los resultados se basan en la campaña de seguimiento realizada en julio de 2024, que consistió en 108 censos visuales sobre un área total de 27.000 metros cuadrados de fondos rocosos. El estudio abarcó dos franjas de profundidad —entre 5 y 15 metros (superficial) y entre 16 y 26 metros (profundo)—, y tres niveles de gestión distintos: la reserva integral, donde la pesca solo está permitida desde costa; la reserva parcial, con usos pesqueros regulados; y una zona de control fuera de la reserva.
Recuperación visible, pero aún en fase juvenil
Los datos más positivos se han registrado en el estrato superficial de la reserva integral. En esta zona, cerrada casi por completo a la pesca, se ha detectado una recuperación clara en los últimos cinco años. Sin embargo, los investigadores advierten que la mayoría de los individuos observados son juveniles, lo que indica que la regeneración biológica aún está en curso. Las tallas medias de las especies no han variado significativamente desde 2019 y siguen siendo inferiores a las de los ejemplares adultos.
Este hecho sugiere que los ejemplares más longevos, clave para la reproducción y el equilibrio del ecosistema, todavía no han tenido tiempo suficiente para asentarse de manera estable. A pesar de ello, los científicos destacan un dato alentador: el aumento en la contribución a la biomasa total de especies de nivel trófico alto, como el mero (Epinephelus marginatus), cuya presencia es un buen indicador de recuperación ecológica.
En el estrato profundo, los resultados también apuntan a una evolución favorable, aunque menos concluyente. Un cambio normativo en 2022 modificó la zonificación de la reserva, reduciendo en un 22% la superficie protegida en profundidad. Esta alteración ha limitado la disponibilidad de hábitats óptimos para especies adultas, lo que dificulta una interpretación clara de los datos obtenidos en este ámbito.
Amenazas por recortes y falta de vigilancia
El informe pone de relieve que la efectividad de la reserva podría verse comprometida si no se revierte la reducción de la zona de protección integral y no se refuerzan los mecanismos de vigilancia. Actualmente, la reserva carece de un sistema de control permanente, lo que facilita el incumplimiento de las normas de protección y puede poner en peligro los avances conseguidos hasta ahora.
Además, los investigadores advierten de que la presión pesquera en las zonas adyacentes —especialmente en la reserva parcial y la zona de control— sigue siendo elevada. Esta situación puede reducir el efecto “desborde” que suelen generar las áreas marinas protegidas, donde los beneficios ecológicos se extienden más allá de sus límites.
Por ello, el equipo científico recomienda ampliar la superficie de hábitat rocoso idóneo dentro de la zona de máxima protección y reforzar la vigilancia para asegurar la consolidación de las poblaciones adultas reproductoras, que aún no han alcanzado su pleno desarrollo.
Un modelo de gestión con potencial, según el Consell
El conseller de Medio Ambiente, Reserva de Biosfera y Cooperación del Consell Insular de Menorca, Simón Gornés, ha valorado positivamente el estudio: “Los datos son prometedores y demuestran la eficacia de figuras de gestión pesquera como las reservas marinas. Además de proteger los hábitats marinos, garantizan la sostenibilidad de la pesca tradicional en la zona”.
La Reserva Marina de la Isla del Aire fue creada en abril de 2019 por el Govern balear como parte de la Red de Reservas Marinas de Baleares. Ocupa una superficie de 7,2 km² y tiene como objetivo principal la recuperación de recursos pesqueros y la conservación de hábitats esenciales del litoral sureste menorquín.
A diferencia de otras reservas de Baleares, la de la Isla del Aire no incluye zonas con prohibición total de pesca. En 2022, la modificación normativa redujo la zona de reserva integral, lo que ha suscitado preocupación entre científicos y entidades conservacionistas.
El estudio ha sido posible gracias al trabajo conjunto del IEO, el OBSAM y otras entidades como la Fundació per a la Preservació de Menorca y la Agència Menorca Reserva de Biosfera, que han financiado distintas fases del proyecto desde 2018.



