Ciutadella obliga a los grandes consumidores de agua a presentar planes de uso eficiente
Los establecimientos turísticos con más de 5.000 m³ anuales deberán entregar en un mes sus proyectos de ahorro y optimización

Piscina de un Hotel
Menorca - Publicado el - Actualizado
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El Ayuntamiento de Ciutadella ha puesto en marcha una de las medidas más relevantes de su recién aprobado Plan de Gestión Sostenible del Agua y de Emergencia por Sequía. A partir de ahora, los grandes consumidores deberán presentar un Plan de Usos Eficientes en un plazo máximo de un mes. La medida, que afecta sobre todo al sector turístico, pretende reducir la presión hídrica en un municipio donde la demanda se dispara durante la temporada alta.
Según los datos recopilados hasta agosto de 2024, el consistorio ha identificado 48 abonados que superan el umbral de los 5.000 metros cúbicos anuales, considerados grandes consumidores. La mayoría de ellos son establecimientos hoteleros, aunque también se incluyen otros negocios vinculados al ocio y la hostelería. La intención municipal es que todos adopten un compromiso claro con el ahorro y la optimización de un recurso tan escaso como vital.
Medidas obligatorias para ahorrar agua
Los planes deberán fijar objetivos concretos y medibles de reducción del consumo, que después serán validados por los técnicos municipales. Además, se establece la obligación de presentar auditorías bienales para comprobar si las medidas aplicadas están dando los resultados esperados. Este sistema de seguimiento permitirá al Ayuntamiento corregir posibles desviaciones y asegurar la eficacia de las actuaciones.
Entre las acciones obligatorias se encuentran la instalación de dispositivos de bajo consumo en grifería y sanitarios, la revisión periódica de posibles fugas y la formación del personal para fomentar un uso responsable del agua. También se pedirá a los establecimientos que incluyan campañas de sensibilización dirigidas a los clientes, con el objetivo de extender la cultura del ahorro más allá del ámbito interno de la empresa.
El documento municipal también insiste en la necesidad de implantar sistemas de riego eficientes, como el goteo o la microaspersión, siempre en horarios de menor insolación. Asimismo, se establece que, en caso de que los consumos superen determinados límites por plaza, los jardines deberán adaptarse de manera progresiva a especies mediterráneas de bajo consumo hídrico, en línea con la vegetación autóctona.
Otra de las medidas clave será la conexión obligatoria a las futuras redes de aguas regeneradas para el riego de zonas verdes. Con ello, Ciutadella busca dar un paso adelante en la reutilización de recursos, reduciendo la dependencia de los acuíferos y favoreciendo una mayor resiliencia en un contexto de sequía recurrente.
Para los establecimientos que encabezan la lista de grandes consumidores, el Ayuntamiento contempla medidas todavía más ambiciosas. Entre ellas, la utilización de aguas regeneradas para el riego en grandes superficies o la sustitución del agua dulce por agua salada en el mantenimiento de piscinas, una práctica que ya se aplica en algunos complejos turísticos de referencia.
Notificaciones y compromiso con la sostenibilidad
La primera tanda de notificaciones ya ha sido enviada a hoteles que registran consumos muy por encima del umbral establecido, en algunos casos entre los 13.000 y los 40.000 metros cúbicos al año. Todos ellos cuentan con un mes de plazo para presentar sus planes de eficiencia, de acuerdo con lo recogido en el punto 5.3.3 del plan municipal aprobado en junio.
El consistorio también recuerda que el Plan Hidrológico de las Islas Baleares 2022 prohíbe expresamente el vaciado total de las piscinas, tanto públicas como privadas, al final de la temporada. Únicamente se permite en caso de reparaciones o por motivos sanitarios, con el objetivo de evitar un despilfarro que supone miles de litros de agua cada año.
Con estas medidas, Ciutadella quiere reforzar su compromiso con la sostenibilidad y dar ejemplo en un momento marcado por la crisis climática y la escasez de recursos. La presión turística multiplica la demanda de agua en verano y pone a prueba la capacidad de los acuíferos, lo que obliga a implementar soluciones de gestión más estrictas y eficientes.
Fuentes municipales subrayan que el objetivo no es sancionar, sino acompañar a los grandes consumidores en un proceso de transición hacia un modelo más sostenible. En palabras de responsables del área de Territorio y Entorno, se trata de “garantizar un uso responsable y racional del agua, un bien escaso e imprescindible para el futuro de la ciudad”.
En definitiva, Ciutadella da un paso firme para afrontar el reto de la sequía y la sobreexplotación hídrica, situándose a la vanguardia de la gestión sostenible del agua en Balears. El seguimiento de los planes de eficiencia marcará los próximos meses y será clave para valorar el impacto de unas medidas que buscan equilibrar la actividad turística con la protección de un recurso esencial para las generaciones futuras.



