25 años de lucha y esperanza: ALBA inaugura en Maó una exposición fotográfica sobre el cáncer de mama
La muestra, que se inaugura el viernes 27 de septiembre en la sala Sant Antoni, reúne imágenes de mujeres afectadas para visibilizar la enfermedad y transmitir un mensaje de aceptación y superación

Entrevista a integrantes de la asociación ALBA
Menorca - Publicado el
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La asociación ALBA, integrada por mujeres afectadas por cáncer de mama en Menorca, conmemora sus 25 años de trayectoria con la inauguración de una exposición fotográfica muy especial que pone el foco en la visibilización de la enfermedad, la aceptación del cuerpo y la esperanza de vida tras el diagnóstico.
La muestra, titulada 25 años de vida con ALBA, se inaugurará el viernes 27 de septiembre a las 19:00 horas en la sala Sant Antoni de Maó (Raval), con entrada libre y gratuita para todas las personas que deseen acercarse.
La exposición surge como un homenaje a las mujeres que han convivido con el cáncer de mama y como una herramienta de concienciación para la sociedad menorquina. La idea nació al cumplirse un cuarto de siglo de vida de la asociación, que ya en 2002 organizó una muestra fotográfica bajo el título Tenemos cáncer. Ahora, más de dos décadas después, ALBA vuelve a poner rostro a esta enfermedad desde una perspectiva renovada, íntima y profundamente humana.
En esta nueva edición participan 15 mujeres que actualmente afrontan o han superado el cáncer de mama, algunas de ellas con más de dos décadas de supervivencia. Las fotografías, realizadas por la fotógrafa Gemma Andreu, muestran cuerpos transformados por la cirugía y el tratamiento, sin filtros y con toda su naturalidad. La primera exposición fue obra de Toni Vidal, y ambas propuestas, con estilos muy diferentes, comparten el mismo objetivo: romper tabúes, visibilizar y dignificar el cuerpo femenino tras el cáncer.
La naturalidad y la aceptación del cuerpo son el hilo conductor de la muestra. ALBA quiere transmitir un mensaje claro: la pérdida de un pecho no define a una mujer ni limita su vida. “El mundo no se acaba con un diagnóstico”, defienden desde la asociación. Cada imagen refleja fortaleza, resiliencia y la capacidad de seguir adelante incluso tras un duro proceso médico y emocional.
Mensajes que inspiran esperanza
Además de las fotografías, la exposición incluye una serie de banderolas con frases cargadas de emoción y reflexión, escritas por las propias participantes. Estos mensajes pretenden acompañar a quienes están atravesando el proceso de la enfermedad, mostrarles que no están solas y que el camino, aunque difícil, puede recorrerse con esperanza.
La muestra quiere ser también un espacio de encuentro. ALBA anima a las personas recién diagnosticadas o que se encuentran en tratamiento a acercarse a la asociación y compartir experiencias. Las integrantes aseguran que la comprensión entre personas que han vivido situaciones similares resulta un apoyo fundamental durante todo el proceso. Compartir miedos, hablar sin filtros y encontrar empatía son pasos esenciales para superar el impacto inicial del diagnóstico.
El acompañamiento emocional y la creación de redes de apoyo han sido siempre pilares fundamentales del trabajo de ALBA. En la asociación, las mujeres encuentran no solo orientación, sino también amistad, comprensión y recursos útiles para el día a día. Desde consejos prácticos hasta pequeños gestos como facilitar pelucas a quienes pierden el cabello durante el tratamiento, el objetivo es hacer que cada etapa sea un poco más llevadera.
Avances médicos y mirada al futuro
Durante estos 25 años, las integrantes de ALBA han sido testigo directo de los avances médicos en el tratamiento del cáncer de mama. Lo que hace casi tres décadas suponía intervenciones y terapias más invasivas, hoy se aborda con tratamientos más personalizados y eficaces. La quimioterapia, la radioterapia y las técnicas quirúrgicas han evolucionado enormemente, lo que se traduce en mayores tasas de supervivencia y mejor calidad de vida.
Pese a ello, las secuelas físicas y emocionales siguen presentes. Cada caso es diferente, y cada proceso deja su huella. Sin embargo, el mensaje de las protagonistas es claro: hay vida después del cáncer, y con apoyo, esperanza y avances científicos, el futuro puede ser más esperanzador. Desde la asociación confían en que la ciencia continúe avanzando hasta que el cáncer pueda llegar a considerarse una enfermedad crónica más, como la diabetes, tratable y controlable.
ALBA también llama la atención sobre la importancia de la investigación y el compromiso institucional. Consideran esencial que la comunidad científica y las administraciones sigan invirtiendo recursos en la lucha contra el cáncer, más allá de los intereses económicos del sector farm