Un turista se enfrenta a penas de prisión por hacer ahogadillas a dos policías en Mallorca

Un joven alemán se enfrenta a una dura sanción por, presuntamente, agredir y hacer ahogadillas en la orilla de la playa de s'Arenal, en Mallorca, a unos policías que trataban de aplacarle.

Estaba en una playa de la isla el 3 agosto de 2019 y en el marco de un operativo de prevención de la delincuencia, un agente de paisano observó una actitud extraña y sospechosa hacia las pertenencias de los bañistas.

En un momento dado, el policía se identificó con su carné profesional y su placa, para pedir al joven que depusiera su actitud. El chico respondió con desprecio a las peticiones del agente y acto seguido le pegó un puñetazo en la nariz, para después abalanzarse sobre el.

LA CABEZA DENTRO DE LA ORILLA

Un compañero acudió para socorrerle pero, al no conseguir detenerle, volvió a forcejear con el primero de los policías agredidos y le metió la cabeza dentro de la orilla del mar en varias ocasiones. Allí acudieron otros dos policías más que ayudaron a reducir y arrestar al joven con el empleo de la fuerza mínima indispensable.

Como consecuencia de estos hechos, el primero de los agentes sufrió policontusiones en la nariz y el labio, cervicalgia postraumática y omalgia derecha, por lo que precisó de una primera asistencia médica en el acto y una rehabilitación posterior que tardó 30 días en curarse.

PENA DE PRISIÓN

Por estos motivos, el fiscal le acusa de un posible delito de atentado contra agente de la autoridad y otro de lesiones, por los que se pide un año y medio de prisión por cada uno de ellos, aunque el joven ya estuvo privado de libertad durante cerca de un mes tras su detención.

Además, se solicita al acusado que indemnice al policía agredido con 900 euros por las lesiones causadas, más los intereses legales previstos.

SUCESOS EN PALMA

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma juzga esta semana a tres acusados de vender drogas en una plaza de Palma entre junio y septiembre de 2021, quienes se enfrentan a un total de 14 años y medio de prisión.

Según expone el fiscal en su escrito de acusación, los tres actuaban de forma conjunta y se distribuían las distintas funciones necesarias para poder llevar a cabo la venta ilícita de estupefacientes, principalmente marihuana y cocaína.

Así, mientras uno contactaba con el hipotético comprador, otro hacía funciones de vigilancia o se dirigía a buscar las drogas al lugar en el que las tenían escondidas, o bien en la misma plaza o en el domicilio de alguno de ellos.