El turismo de excesos vuelve a aparecer en escena. El Paseo Marítimo y el muelle de las golondrinas vuelven en otro inicio de temporada a convertirse en el epicentro del turismo de excesos de la capital balear. Al tradicional ruido y suciedad de los negocios nocturnos que operan en la zona, se le une la actividad de catamaranes y barcos de excursiones que incluso reciben clientes de otras zonas de la isla donde están prohibidas, tal y como ha explicado el presidente de la Asociación de vecinos del Paseo Marítimo, Antonio Ruiz: "Está volviendo la temporada y las Party Boats aparecen. No ha cambiado nada desde el verno pasado. Llegan en autobuses de Magaluf y en condiciones que no son serias, prácticamente desnudos por la calle, dando una imagen terrible de la ciudad", ha indicado.
ACTOS INCÍVICOS
El muelle de las golondrinas se transforma a diario coincidiendo con la salida y llegada de estos grupos en un improvisado escenario para cánticos, actitudes incívicas, depósito de basura o un gran aseo al aire libre: " La Autoridad Portuaria no aparece y hay una verdadera impunidad, hacen lo que les da la gana. Cantan, bailan, hacen ruido... Es muy cutre. En Club de Mar hay barcos de la marina, de gran prestigio, que cuestan un dineral y que tienen que convivir con este turismo de excesos. Estamos en una situación muy precaria y triste", ha asegurado Ruiz.
OCIO NOCTURNO
"Por la noche seguimos igual. Desde que han abierto la nueva acera más ancha, los comercios han podido habilitar las terrazas y allí se congrega la gente y se ponen a beber. Los peatones no pueden pasar porque no hay espacio. Es un verdadero desastre", ha concluido
- Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado