El RCD Mallorca toca fondo ante la Real Sociedad y acumula su cuarta derrota en seis jornadas
Pierden 1-0 con gol de Oyarzabal. Por segunda vez en tres días Jagoba Arrasate salió con una defensa de cinco que tuvo que rectificar ante el mal partido de los suyos. También segunda lesión muscular en tres días, tras Kumbulla ahora Mascarell.

Formación del RCD Mallorca en Anoeta
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Dicen que en política se puede hacer de todo menos el ridículo, lo dijo Tarradellas antes de que en política se perdiera la vergüenza y no se haga otra cosa que el ridículo hoy en día.
En el fútbol se trata de lo mismo, de no hacer el ridículo; se puede jugar al ataque o ser más defensivo, se puede proponer un juego de posesión, directo o a la contra; se puede ceder el balón al rival o se puede querer monopolizarlo; hay mil formas de jugar, pero lo que no se puede es hacer el ridículo.
Partamos de la base de que ningún entrenador quiere que su equipo se arrastre y de que ningún futbolista quiere arrastrarse, porque es su trabajo, estos mismos jugadores han demostrado que lo pueden hacer mucho mejor no hace tanto.
El jugador se gana la vida con esto en una carrera que se acaba pronto, por lo que no quiere que le pinten la cara. Nadie va a dudar a estas alturas de la nobleza y capacidad de Jagoba Arrasate, ni va a dudar de que estos jugadores del RCD Mallorca lo pueden hacer mucho mejor.
Lo que hay que analizar es cómo se llega a este proceso de descomposición en tan poco tiempo, porque van seis jornadas de liga. Quizá no sea tan poco tiempo, quizá el proceso de descomposición empezó hace meses, la pasada temporada y por lo que sea, no se ha conseguido revertir la situación.
Miedo.-
¿Qué vimos? un planteamiento temeroso, el miedo a encajar, el miedo a perder, eso lo percibió desde el minuto 1 la Real Sociedad, que fue a por el partido espoleado por su gente, pero la Real venía como venía, no estaba mejor que el Mallorca.
La diferencia estuvo en que la Real trató de ser ella misma, apoyándose en jugadores desequilibrantes como Barrenechea en la izquierda, un quebradero de cabeza para Maffeo, y Kubo por la derecha ante Lato, ambos desbordados. Oyarzabal como siempre buscaba sacar centrales de zona y llegar como siempre bien a zona de remate como efectivamente hizo tras otra facilidad en salida del Mallorca.
Fue sólo un gol, pero desde el inicio se vio que podía ser un carro. Para evitarlo estuvo Leo Román, espectacular de nuevo y el mejor del equipo una vez más, mala señal para el equipo. La Real tenía una marcha más, construía con fluidez y trataba de entrar por los costados, no bastaba la defensa de cinco con la que repetía Arrasate, ni con siete atrás hubieran evitado las llegadas de los locales.
Por segunda vez en tres días, el técnico bermellón se vio obligado a rectificar el planteamiento inicial de cinco defensas, esta vez en lugar del lesionado Kumbulla era un cumplidor David López quien jugaba junto a Raíllo y Valjent. Intentó poner piernas en medio campo con Mascarell y Antonio junto a Pablo Torre, quien tuvo su peor noche, completamente desafortunado con balón. Y esto sucede cuando un equipo no se encuentra en el campo.
El técnico cambiaba en total siete jugadores, daba refresco al equipo tras la inmediatez del encuentro, pero no se notó en absoluto, y de hecho tan replegado estaba el equipo que no tenía salida alguna, tampoco lo intentó en largo apoyándose en Muriqi y Mateo Joseph. Pareció que todos habían jugado el domingo porque cuando la cabeza no está, las piernas no responden.
Y entonces se rompen los jugadores también, físicamente el equipo ofrece muchas dudas, segunda lesión muscular en tres días. Omar Mascarell no había jugado el domingo y tuvo un pinchazo como le había pasado a Kumbulla tres días antes. El propio técnico admitía que los cambios de laterales en la segunda parte, sustituyendo a Maffeo y Lato fue porque no aguantaban los 90 minutos. ¿Cómo es posible? ninguno de los dos jugaron ante el Atlético.
Indefinidos.-
Además del mal estado mental y físico que transmitió el Mallorca anoche, el equipo sigue ofreciendo una indefinición preocupante. Nadie pudo entender anoche a qué jugaba el Mallorca, se mostró como un juguete a merced de su rival.
Aun así, Mateo Joseph tuvo dos llegadas, una en cada tiempo, para haber marcado. En el primer tiempo su tiro es rechazado bien por Remiro, en el segundo tiempo pareció buscar más el pase a Muriqi cuando tenía que jugársela él. En esa misma acción, hubo un penalti que no se señalaba, un penalti de los de ahora, de los que se pitan ahora. Sí se pitó incorrectamente por parte de Galech Apezteguía una mano de Barrene, tenía pegado el brazo al cuerpo, por lo que lo anulaba tras consulta al VAR.
Es decir, que aun haciendo un partido impropio del espíritu aguerrido que tuvo el Mallorca no hace tanto, los bermellones tuvieron sus opciones. Pero todo ello no esconde el espantoso espectáculo que ofrecieron. Como se decía al comienzo, en fútbol puedes escoger diferentes caminos, pero lo que no se puede es hacer el ridículo.
No creen en sí mismos.-
Urge un cambio radical de actitud, de convencimiento y también urge claridad táctica. El Mallorca no puede seguir en este camino de indefinición en el que parece que Arrasate ha transmitido confusión a su equipo.
El técnico está desesperado y lo está pasando mal, se le nota, porque el equipo se le ha ido, porque no parece que se ejecute bien un plan de partido, porque casi todos los jugadores ofrecen una pobre versión de sí mismos.
Es en este momento cuando un entrenador tiene que seguir su intuición, fiarse de lo que ve en lugar de los mil datos que le ofrece la tecnología. Urgen piernas y cabezas frescas, se volvió a ver a Marc Domenech cuando entró con esas piernas frescas, de hecho se le esperaba en el once de anoche. Hay que cambiar cosas sin entrar en desesperación y hay que trabajar esas cabezas porque ahora mismo los jugadores no creen en lo que hacen.