Adri Rodríguez, un debut en Primera emocionante y largamente esperado

No es un niño ya, a sus 24 años no se puede hablar de temprano debut en Primera División aunque Adrián Rodríguez lleva ya tiempo en un equipo de primera división como el Alavés.

Como tercer portero de la primera plantilla alavesista, ha ido alternando la temporada pasada primer y segundo equipo, hasta pasar definitivamente al primer equipo esta campaña.

Ha sido por lo tanto un debut largamente esperado, el sueño cumplido. Era el pasado sábado cuando se producía lo imprevisto, una jugada de ataque del Villarreal obligaba al buen portero alavesista, Sivera, a salir del área ante la llegada de Ayoze. Fuera de su hábitat el portero es vulnerable y se llevaba un golpe accidental en la cara, el impacto fue tremendo. Sivera quedó conmocionado e hizo temer algo peor, pero poco a poco fue volviendo en sí aunque con un golpe en la cara y el labio roto. Para colmo, el remate de Ayoze le había golpeado en la mano.

A pesar de ser una mano completamente accidental y con la que el portero estaba apoyándose en el suelo, el árbitro interpreta que corta un remate a puerta y que por lo tanto es una roja clara, una jugada debatible en todo caso porque no fue intencionada. Lesionado y expulsado, así acababa el portero de Jávea. 

Este lance iba a provocar el momento más importante en la carrera del portero mallorquín Adrián Rodríguez. Sin tiempo para calentar, Adri se preparaba bajo la lluvia para saltar al campo en un partido al que le quedaban bastantes minutos. Era su debut en Primera División. Tras haber pasado por Son Moix la semana anterior y haber visto a su familia en las gradas, con su madre y su padre, el ex internacional español de voleibol Ernesto Rodríguez, el debut de Adri llegaba de manera inesperada finalmente en Mendizorroza. De la manera que nadie, ningún futbolista quiere, la lesión de un compañero. 

El portero mallorquín se mostró seguro y firme ante los ataques constantes del Villarreal, completamente volcado sobre la portería de Adri para intentar empatar el partido que iban ganando los blanquiazules con gol de Manu Sánchez. El equipo de Coudet defendía en inferioridad numérica. El ambiente era de final en Mendizorroza tras una racha de resultados muy mala del Alavés. 

Adri cubrió su portería en varios tiros ajustados a los palos del Villarreal y se mostró, pese a su debut, seguro, liderando a sus compañeros para tratar de sacar a la defensa de delante de sus dominios porque les estaba sometiendo mucho el Villarreal. 

Tras acabar el partido con victoria local, Adri rompía a llorar. Salía toda la tensión del momento y el hecho de ver cumplido al fin un sueño. El mallorquín estaba completamente emocionado hasta llegar los técnicos y animarle para ir a agradecer a los aficionados el apoyo como suelen hacer en cada partido. 

Ahora habrá que ver con la recuperación del segundo portero Owono, quién jugará en el Alavés este viernes en Las Palmas. Sivera será baja y habrá que ver si el Chacho Coudet apuesta por dar continuidad a Adri o por ahora tiene que esperar para volver a jugar.

Formación en Son Bibi y Valdebebas.-

Adri Rodríguez ha sido internacional argentino sub 20. El meta de Palma escogió acudir a la llamada de Argentina, debido a la ascendencia argentina por vía paterna. Curiosamente, su padre, nacido en Argentina, vino a España muy joven y defendió los colores de España con la selección nacional de voleibol, con la que fue olímpico y fue parte de la mejor época del voleibol español. 

Su hijo, español, escogió jugar con Argentina. Ya se sabe que los caminos del deporte son inesperados y que muchas veces tienen que ver con las oportunidades de la vida.

Adrián se formó en Son Bibiloni, en la ciudad deportiva Antonio Asensio del RCD Mallorca, pero pronto se marchó al Real Madrid para seguir formándose en Valdebebas, donde ha pasado una parte fundamental de su carrera. De allí iría al Albacete cedido y después al Alavés, club que finalmente ha acabado apostado por él con la renovación del contrato hasta 2027.

Adri ha contado con el apoyo importante de su padre para sentar los pilares deportivos de su formación. Con Ernesto Rodríguez, Adri trabajó aspectos de coordinación para completar su formación. Se trata de un portero de gran altura, 1'95, ágil y coordinado. Ahora debe ganar consistencia física para los dominios del área en Primera División. El sueño está cumplido, ahora hay que mantenerlo.