La primera barbería móvil de Galicia está en Vigo pero puede aparecer por tu pueblo mañana mismo

Meter una barbería en el interior de una furgoneta y ofrecer tus servicios allí donde no haya peluquerías. Esa es la idea de Juan Carlos Sánchez, dueño de la Barbería El Irlandés, quien decidió que si la montaña no va a Mahoma, el sería el Mahoma que va a la montaña.

"Anteriormente trabajaba en lo que es reparto de electrodomésticos: neveras, lavadoras, lavavajillas, por las aldeas, los pueblos, y nos llamaba la atención que mirábamos siempre al verdulero, al de la carne, al del pan, y yo me preguntaba:  ¿Y cómo hace la gente con la peluquería? Al peluquero yo no lo veo por acá", ha explicado Juan Carlos en COPE. 

Los varones que vivían en esos pueblos necesitaban una barbería. Así que Juan Carlos 'tuneó' su furgoneta. Y la vistió con todo lujo de detalles. En su interior nadie dudaría que donde está, efectivamente, es en una barbería. Y así se lo han ido reconociendo las personas que, llamadas por la curiosidad unas veces, por la necesidad otras, se han ido acercando hasta su barbería.

Éxito de crítica y público

"Cuando la gente nos ve, obviamente, como que les sorprende porque una barbería sobre ruedas no se ve todos los días y la gente no se lo espera", reconoce este emprendedor, cuya barbería furgoneta tiene su base en Vigo.

"Les gusta, les fascina y lo primero que dicen es: chaval esto no ter va a dar abasto para todos los pueblos", relata antes de asegurar que está dispuesto a aumentar la flota si el negocio lo demanda, que por capacidad de trabajo no va a ser.

La furgoneta peluquería que ahora tiene es "un proyecto piloto pero la aceptación que ha tenido de la  gente ha sido increíble", señala. No sólo en los pueblos donde no hay peluquería. También en Vigo, donde hay muchas.  "Hemos estado en algunos puntos como la playa de Samil y a la gente le sorprende una peluquería en la playa", señala. 

algo más que un corte de pelo

La ambición de Juan Carlos es que sus clientes salgan de su furgoneta con la sensación de haber vivido una experiencia que trascienda lo que es un corte de pelo o un simple afeitado. Quiere que se trate de algo más.

La furgoneta "tiene su nevera por si la gente quiere su chupito, quiere su cerveza o su coca cola", explica. De lo que se trata es de que "el cliente viva una experiencia", se reafirma. "Todo fue pensando poniéndome en los zapatos el cliente", dice Juan Carlos, quien imaginó qué experiencia querría para él para ofrecer una similar a quien se acerque a la Barbería El Irlandés. Y parece que lo ha conseguido.