Quién es Noa Rouco, la concelleira de Ourense que aparece en el vídeo viral del alcalde Gonzalo Pérez Jácome
El líder de Democracia Ourensana imitó a Manuel Fraga en Palomares para enfrentarse a la Xunta con un cartel que han puesto en el que recomienda no bañarse en las Termas do Muíño

Gonzalo Pérez Jácome y Noa Rouco
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La ciudad de Ourense ha vuelto a situarse en el centro de la atención mediática por uno de esos episodios surrealistas que parecen hechos a medida para viralizarse. El protagonista, una vez más, ha sido el alcalde Gonzalo Pérez Jácome, líder de Democracia Ourensana, que esta semana ha protagonizado un vídeo junto a su concejala Noa Rouco Ferreira en el que desafían una advertencia de la Xunta de Galicia y se bañan en las Termas do Muíño, unas instalaciones termales señalizadas como no aptas para el baño. La escena ha recordado inevitablemente al histórico baño de Manuel Fraga en Palomares en los años 60, pero con un tono entre lo paródico y lo reivindicativo que ha generado una oleada de comentarios en redes sociales.
En el vídeo, grabado por el propio consistorio, Jácome aparece en bañador, micrófono enganchado en el pecho —literalmente, en el vello—, acompañado por Rouco, concelleira responsable de Termalismo, Festejos y Turismo. Con tono sarcástico, el alcalde ironiza sobre la normativa autonómica que desaconseja el uso de las termas al no estar catalogadas oficialmente como aguas termales ni zonas de baño. “Esto es como bañarse en un arroyo en el monte”, afirma. Y como si de un acto de resistencia se tratara, ambos terminan sumergidos en el agua, proclamando la "libertad de baño" en Ourense.
La ‘concelleira’ que chapotea con Jácome
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¿Quién es Noa Rouco? Nacida en 1994 y graduada en Turismo por la Universidad de Vigo, Rouco no es una desconocida en el entorno de Pérez Jácome. Asumió su cargo en junio de 2023 tras la renuncia de dos concejalas electas, Cristina Gómez Pujols y María Magdalena Alonso. Desde entonces, ha gestionado varias de las áreas más visibles del Concello: Festejos, Artes, Igualdad, Política Social y el propio termalismo, eje central de este reciente revuelo.
Pese a ser una figura discreta, su aparición en el vídeo en bañador —sin decir una sola palabra— ha captado la atención tanto como la del alcalde. Su presencia silenciosa ha generado comentarios en redes por la mezcla de oficialidad institucional y escenografía extravagante. “Jesús Gil estaría orgulloso”, ironizaba un usuario en X (antes Twitter), en una clara alusión al también polémico estilo mediático del que fuera alcalde de Marbella.

Noa Rouco en una foto de Instagram
Este no es el primer vídeo en el que Rouco acompaña a Jácome. El alcalde suele utilizar las redes sociales para difundir mensajes de corte muy personalista, en los que mezcla gestión municipal, crítica política y performance audiovisual. Esta vez, el objetivo era denunciar la señalización colocada por la Xunta —que se puede ver en el vídeo—, en la que se lee: “A Xunta de Galicia recomenda non bañarse”. Desde el Concello argumentan que el agua es salubre y que hacen análisis periódicos, por lo que consideran la normativa "surrealista".
Palomares como precedente
La referencia a Palomares no es casual. En 1966, el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, se metió en el agua junto al embajador estadounidense Angier Biddle Duke para demostrar que las playas almerienses no estaban contaminadas por radiación tras un accidente nuclear. Jácome, haciendo gala de su ya habitual teatralidad, alude al suceso aunque lo rebautiza erróneamente como “Palomanes”, siendo corregido fuera de cámara.
Mientras chapotea en el agua, concluye con una frase marca de la casa: “Paraíso natural, incomparable en el mundo. Háganme caso”. Lo dice mientras la cámara recoge a la concelleira Rouco entrando tímidamente en el agua, completando así una escena tan insólita como efectiva en lo viral.

Noa Rouco en una publicación de Instagram
La polémica no ha quedado ahí. La Xunta, que ya había declarado en junio que las Termas do Muíño “no cuentan con declaración de agua termal ni reúnen condiciones para zona de baño”, instó al Concello a instalar señales de advertencia. Lo hicieron, pero el alcalde y su equipo han decidido ignorar el aviso y convertir la discrepancia en espectáculo.