Un hombre de Ourense recoge un escupitajo del suelo, hace una prueba de ADN y el resultado que sale hace que se convierta en millonario
Este hombre ha conseguido cobrar una herencia millonaria gracias a una historia que suena increíble

Un escupitajo en el suelo
Madrid - Publicado el
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Las herencias han marcado la vida de muchas familias. No solo por lo que representan en términos económicos, sino también por las historias personales que esconden detrás: relaciones rotas, secretos guardados durante años o vínculos familiares que nunca llegaron a reconocerse. Un testamento puede cambiarlo todo, y una prueba de ADN puede ser la llave que abre la puerta a una fortuna inesperada.
En Ourense se ha conocido un caso insólito que une ciencia, justicia y casualidad. Un hombre de 35 años ha logrado ser reconocido como hijo biológico de un empresario ya fallecido, y acceder así a una herencia millonaria. Lo más sorprendente es cómo lo consiguió: gracias a un escupitajo recogido del suelo por un detective privado.

¿Puedes tener una herencia y no saberlo?
EL ESCUPITAJO QUE HA CAMBIADO LA VIDA DE ESTE HOMBRE
Lo que en cualquier calle puede parecer un gesto de mala educación —escupir al suelo— se convirtió en la prueba definitiva en un proceso judicial que llevaba años bloqueado. La saliva recogida fue analizada en un laboratorio y permitió confirmar el vínculo biológico entre el demandante y la familia de su supuesto padre.
De este modo, un simple acto cotidiano terminó teniendo consecuencias millonarias, al abrir la puerta a una herencia que hasta ahora le había sido negada. El caso ha despertado un enorme interés no solo en Ourense, sino en toda España, por lo extraordinario del método empleado.
El empresario, que falleció en 2011 a los 65 años, había desarrollado gran parte de su carrera en México, aunque mantenía vínculos en Galicia, donde pasaba largas temporadas de vacaciones. En su juventud mantuvo una relación sentimental con una mujer de un municipio ourensano. Ella quedó embarazada, pero tras comunicárselo al empresario, nunca volvió a tener contacto con él.

Las herencias son temas complicados
La madre decidió criar sola a su hijo, enfrentándose además al rechazo de la familia de su entonces pareja. Según se recoge en el proceso al que ha accedido EFE, la familia del empresario llegó a amenazarla con llevarse al niño a México si una prueba confirmaba la paternidad.
Años después, el hijo decidió reclamar lo que consideraba justo. Para ello contó con el apoyo de un bufete especializado en derecho de familia y de un equipo de detectives privados. Estos siguieron durante semanas al abuelo paterno hasta conseguir la prueba clave: un escupitajo en plena calle.
El hijo contrató a un bufete de abogados y un equipo de investigadores privados, que consiguieron un escupitajo en plena calle
UN PROCESO JUDICIAL COMPLICADO... Y UNA INCOMPARECENCIA
Los investigadores lo recogieron aplicando todas las medidas necesarias para garantizar la cadena de custodia. Posteriormente, el laboratorio confirmó lo que el joven siempre había sospechado: existía un vínculo biológico que lo unía de manera directa al empresario fallecido.
Cuando el juez citó al abuelo para realizar una nueva prueba de ADN en sede judicial, este se negó a presentarse. Sin embargo, el Tribunal Supremo ya había sentado jurisprudencia en casos similares: la negativa a someterse a una prueba puede ser considerada una admisión tácita, siempre que existan otras evidencias sólidas.
Gracias a esta doctrina, el juez reconoció al demandante como hijo biológico del empresario, con pleno derecho a la herencia. Además, el abuelo fue condenado a pagar las costas del proceso judicial. Con la sentencia firme, el hombre de Ourense podrá acceder a una herencia de varios millones de euros. Un patrimonio que llevaba más de una década bloqueado y que ahora cambiará por completo su vida.

Este hombre se llevó varios millones de euros por la herencia
El caso es también un ejemplo del papel cada vez más relevante que juegan las pruebas de ADN en los procesos de filiación. Lo que antes podía quedar en el terreno de la sospecha o la palabra contra palabra, hoy puede resolverse con un análisis genético.
Historias como esta muestran cómo la justicia y la ciencia pueden reparar situaciones de injusticia que se arrastran durante décadas. Pero también invitan a reflexionar sobre la necesidad de afrontar con transparencia la transmisión del patrimonio familiar, evitando litigios que pueden prolongarse durante años.
Un hombre que durante 35 años no tuvo reconocimiento alguno, hoy se convierte en heredero legítimo y millonario. Todo gracias a la ciencia y a la perseverancia para demostrar la verdad. En Ourense, un simple escupitajo en el suelo se ha transformado en la llave que ha abierto la puerta a una nueva vida.