Cada primavera sacamos las armas y luchamos contra la avispa invasora, la velutina. Pero ahora las cosas van a cambiar porque no es sólo una especie contra la que tenemos que luchar, ya tenemos cuatro especies distintas de avispas invasoras en España.

Además de la archiconocida velutina tenemos una avispa autóctona de Costa Rica, 'polistes major' que apareció en Oviedo, otra asiática que se llama 'avispa bicolor', y una cuarta denominada 'avispa orientalis' que viene de los desiertos de Somalia, Irán, Irák o Afaganistán.

Estas dos últimas, la bicolor y la orientalis, andan por Andalucía ahora mismo. Así nos lo ha contado Lolo Andrade, formador nacional para grupos de emergencias y empresas de control de plagas.

La avispa orientalis está invadiendo de forma muy rápida la zona sur del país y además da saltos antrópicos - generados por el hombre. Ya ha aparecido en Barcelona, Valencia y Extremadura, lugares donde pudieron erradicarla el año psasado.

Entretanto la avispa bicolor está en Málaga, en Alhaurín de la Torre, donde han conseguido frenarla.

Los saltos antrópicos

Un vehículo, un contenedor o un tren pueden ser el medio de transporte ideal para provocar un salto antrópico de avispas. Y otra forma muy fácil es, según explica Lolo Andrade, a través de los apicultores trashumantes,

Van de un extremo de la península a otra para transportar las abejas a zonas de floración y pueden llevar, sin ser conscientes, reinas de avispas en pequeños nidos embrión dentro de las colmenas. Cuando el nido llega al final del ciclo da lugar a un montón de reinas "que ya generaron la invasión en esa zona".

Los saltos antrópicos ocasionan mucho más que invasiones de avispas, de hecho favorecen todo tipo de plagas emergentes. Hay contabilizadas más de 1.000 que habrían entrado por el puerto de Barecelona.

Es el precio de la globalización, así se extendió tan fácilmente el coronavirus en su momento.

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