El detalle a tener en cuenta cuando cuidas a un dependiente: “Ojo al roce de prominencias óseas”
La enfermera Sara Val, especialista en Familia y Comunitaria del Centro de Salud de Mondoñedo (Lugo) imparte una formación de cuidadores

Entrevista con Sara Val, Enfermera de Familia y Comunitaria del Centro de salud de Mondoñedo
Ribadeo - Publicado el - Actualizado
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Todos esperamos llegar a mayores en las mejores condiciones pero no siempre se consigue. A veces necesitamos cuidados. Otras tenemos a un mayor o dependiente a cargo y somos los cuidadores. ¿Cómo hacerlo de la mejor manera posible en cada caso? De eso se habla este jueves en Mondoñedo (Lugo).
Paciencia, cuidado, comprensión, autonomía.... Son varios conceptos que salen en la formación de cuidadores que tiene lugar esta mañana en la ciudad episcopal y que resulta de utilidad para todo el mundo.
mantener la movilidad
Lo importante es que el dependiente se mueva, siempre que se pueda mover. Hay que poner límites para evitar la sobrecarga física del cuidador. Esto aporta autonomía al dependiente, y le hace sentir más útil. Así que si puede ayudar y moverse un poquito por sí mismo, que lo haga. Le vendrá muy bien. También conviene al cuidador, que reduce esfuerzos. Por ejemplo, en ese sentido, es mejor empujar que tirar, sufre menos la espalda. Y mucho cuidado al coger peso para no forzar la columna.
A veces el dependiente cae en la depresión sintiendo que no vale para nada. Para evitar eso hay que darles autonomía. Y nunca tratarlos como niños porque “muchas veces caemos en la infantilización”, se les trata como "niños grandes" y eso no se puede hacer. Tampoco deben banalizarse los síntomas, es decir achacar los dolores a la edad. Eso es algo en lo que, reconoce, también caen los profesionales sanitarios algunas veces.

Sara Val
Si tenemos una persona encamada y en alguna parte de su cuerpo aparece una pequeña rojez hay que tener mucho cuidado porque en seguida puede derivar en úlcera. Lo primero es ponerse en contacto con su enfermera para que dé las pautas a seguir, entre ellas cambiar de posición varias veces al día a la persona.
cuidado con los roces
Es muy importante que "una prominencia ósea no roce con otra prominencia ósea, por ejemplo, una rodilla contra la otra, porque eso puede generar una úlcera". Hay extremar las precauciones con eso y separar las rodillas poniendo cojines, por ejemplo. Las úlceras deben tratarse en cuanto aparecen para que no deriven en algo más grave.
Y otro asunto importante a tener en cuenta: la depresión acecha y puede llegar también al cuidador, apareciéndome el síndrome del burnout o cuidador quemado. Eso es muy peligroso porque además de un problema psicológico tenemos un problema social porque el dependiente se queda sin su cuidador.
Por ello es importante que el cuidador tenga un tiempo para sí, para desconectar y cuide su salud, tanto la física como la psíquica. La labor que realiza no es fácil.