El recientemente inaugurado Mirador da Muralla, entre los ayuntamientos coruñeses de Rianxo y Lousame, se ha convertido en todo un reclamo para turistas y para los propios gallegos. No es para menos porque sus vistas son impresionantes.

Una vez en las alturas, se puede disfrutar a vista de pájaro de la cercana ría de Muros y Noia, hacia el Norte, y si el día es claro se puede ver también Santiago de Compostela, situado a unos 40 kilómetros hacia el interior. Pero no solo eso, si gozamos de cielo despejado, se perciben perfectamente las islas Cíes, las Ons y también Cortegada.

Su ubicación permite también obervar la ría de Vigo, a lo lejos, o la de Pontevedra y la Ría de Arousa es perfectamente visible con las bateas.

¿CÓMO LLEGAR AL MIRADOR DA MURALLA?

Desde Santiago son unos 40 minutos en coche. Es verdad que tendremos que seguir las indicaciones de nuestro dispositivo GPS, ya que la carretera, en determinados tramos, llega a ser tortuosa, por las curvas y por ser estrecha en ambos sentidos de la circulación.

Aquí, su localización exacta.

TRES CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE LAS VISTAS DEL MIRADOR DA MURALLA

Si no has subido nunca hasta aquí te irán muy bien las siguientes recomendaciones para poder disfrutar al máximo de la visita. Hay que recordar que, aunque sea un espacio abierto y al aire libre, nos encontraremos con más visitantes, así es que la mascarilla es obligatoria.

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1. Utiliza calzado cómodo y cerrado. Las personas que optan por ir con las chanclas de la playa o con calzado tipo cuña o tacón, lo lamentarán. Es un camino de tierra y piedras que, en algún trazado, puede resultar incómodo incluso en zapatillas.
2. Deja el coche y sube caminando. Para intentar evitar atascos o problemas con el vehículo, es mejor dejar el coche antes de la subida y disfrutar de la caminata con calma. La distancia pasa del kilómetro y se puede hacer en bicicleta, aunque hay que estar en forma y los niños pueden cansarse, pero las vistas van a merecer la pena.
3. Respeta el entorno. Es un lugar natural donde podremos ver caballos salvajes. Recuerda que es importante no acercarse a estos animales porque desconocemos su reacción. Si no se les molesta no habrá problema. No hay papeleras instaladas así es que cualquier residuo ha de guardarse para tirarse después.