Podría ser una escena de película de comedia de no ser por las circunstancias de extrema gravedad sanitaria en las que nos encontramos.

Sucedió durante el primer fin de semana de octubre en Santiago de Compostela, en un local que funciona como un bar, pero que los vecinos señalan que se trata de un club de alterne, en realidad. Las personas que viven cerca de este establecimiento denuncian problemas constantes desde hace años. No obstante, con la alerta por el coronavirus, la cosa parece haber pasado de castaño a oscuro y no acaban de comprender por qué nadie toma medidas más duras contra el establecimiento.

Los vecinos de la zona denuncian problemas constantes con el establecimiento, que tiene licencia de café bar

En la noche del domingo, 4 de octubre, los vecinos, alertados por el ruido que procedía del interior del local a altas horas de la madrugada, decidieron llamar a la Policía y, efectivamente, cuando los agentes llegaron encontraron en el interior del local a, al menos, 6 clientes. Estaban bebiendo, fumando y sin mascarilla. Había pasado de largo la hora de cierre del establecimiento que cuenta con licencia de café bar. Hay que recordar que el ocio nocturno está cerrado y los locales de hostelería tienen que estar cerrados a la 1 de la madrugada. Además de incumplir ese horario, no se respetaban las medidas anticovid entre la clientela.

Varios clientes huyeron de la policía a través de unas fincas traseras y uno de ellos cayó al río

Cuando los agentes llegaron, al sentirse sorprendidos y querer evitar la sanción correspondiente, varios clientes no lo dudaron y echaron a correr campo a través: salieron por una puerta trasera del local que daba a las fincas de la zona. Intentaban, así, no ser identificados por la Policía, pero los efectivos policiales salieron tras ellos. Según algunos testigos uno de los hombres que huía cayó al Río Sar, que pasa por el barrio, y otras dos personas habrían logrado escapar. El resto fueron identificados y sancionados por las fuerzas de seguridad.