Una ceremonia solemne en la Catedral de Santiago puso fin al Año Santo extraordinario 2022. Ha sido extraordinario en todos los sentidos, por la prórroga concedida por el Papa y por el récord de peregrinos llegados a Santiago.

Según las estadísticas de la Catedral de Santiago han sido 438.323 las compostelas selladas en estos 365 días. Nunca antes se había alcanzado esa cifra, hasta ahora el techo estaba en el entorno de las 340.000. El último día de diciembre, este 31 de diciembre de 2022 llegaron 299 caminantes a sellar sus credenciales a la Oficina del Peregrino de Carretas.

La Puerta Santa del Templo compostelano permaneció abierta durante dos anualidades, el 2021 y este 2022 y no se abrirá hasta el próximo Año Santo, cuando la festividad del Apóstol Santiago, 25 de julio, coincida en domingo. Para eso habrá que esperar hasta 2027.

A lo largo de estos días hemos recogido en COPE Santiago numerosos testimonios de las miles de historias humanas de los peregrinos llegados a la Tumba del Apóstol. Historias de superación personal, de ofrecerse al Santo tras superar una enfermedad, de conmemorar la vida y de agradecimiento, de superación…

AGRADECIMIENTO DE MONSEÑOR JULIÁN BARRIO

Durante la clausura del Año Santo compostelano, el Nuncio del Papa fue el encargado de dar lectura a un mensaje enviado por el Santo Padre. En ese escrito, Francisco reconoce que estos años no han sido nada fáciles, pero se han presentado oportunidades para salir en camino, “salir del yo para construir el nosotros”. Poner la mirada en la meta, hacia dónde vamos, quién nos espera: “Los peregrinos que se dirigen a Santiago aprovechan para reflexionar, es un tiempo privilegiado para estar con uno mismo y compartir búsquedas e inquietudes de personas que van a nuestro lado, mientras avanzamos al destino final. También nosotros podríamos preguntarnos cuál es nuestra meta final”.

Durante su Homilía, el arzobispo de Santiago, Monseñor Julián Barrio ha recordado a los miles de peregrinos que han llegado a Compostela: “a todos los tenemos presentes en esta Eucaristía, conscientes de que este Año Santo ha ayudado a purificar la fe, revitalizar la religiosidad y renovar la vida cristiana. Han llegado numerosos peregrinos a pesar de las consecuencias de la pandemia y de las guerras de Ucrania y de otros lugares del mundo. La iglesia compostelana les ha animado a ser testigos del amor de Dios para que su vida brille por la verdad que hace libres y la caridad que resplandece en la bondad y en la compasión”.

La Puerta Santa, como símbolo, se ha cerrado, pero sigue siempre abierta la puerta que es Cristo, camino, verdad y vida”.

Al final de la ceremonia el Arzobispo de Santiago acudió a dar un abrazo al Apóstol, a petición del maestro de ceremonias Elisardo Temperán, que se lo solicitó por todos aquellos abrazos que no se han podido dar a causa de la pandemia.

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RECUERDO A BENEDICTO XVI

Monseñor Julián Barrio quiso recordar también al Papa Emérito el día de su fallecimiento. El Arzobispo de Santiago rememoró la visita del Benedicto XVI a Santiago: “Hace doce años nos visitaba admirado por el Pórtico de la Gloria, fue una visita que la hizo con todo el sentir religioso y humano. Esta tarde le pedimos al Señor que el Apóstol Santiago lo haya acompañado hasta el Pórtico definitivo de la Gloria, donde podrá, como colaborador y trabajador por la verdad que ha sido, contemplar la vida cara a cara en Dios, Nuestro Padre, en Jesucristo, Nuestro Señor y en el Espíritu Santo, dador de toda vida. Así lo pedimos”.

En la sede arzobispal son visibles las dos sillas donde se sentaron San Juan Pablo II y Benedicto XVI en sus visitas a Santiago, en los años 1989 y 2010, respectivamente.