La historia del Polígono de Vío va en paralelo a la de la crisis de 2008. Esta zona industrial, situada detrás de Pocomaco, completó su construcción en 2009. Impulsada por los empresarios Manuel Jove y José Collazo, prometía la creación de 3000 puestos de trabajo, con una ubicación estratégica y conexiones planificadas con el puerto exterior. Hasta ahora solo tiene una nave, rotondas sin salida y para acceder hay que atravesar el núcleo tradicional de Vío.

No tuvo a su primera, y única empresa hasta marzo de 2015. Ahí se ubicó Caramelo, hasta que el grupo textil cerró un año después. Desde hace unos meses, la empresa Facet reaprovechó esa nave y trasladó las instalaciones que hasta entonces mantenía en Sabón.

CARRERAS ILEGALES

Las calles de Vío tienen nombre, pero sus decenas de farolas, señales los grandes viales desiertos sí ven otras actividades no industriales: la Policía aprovecha la zona para entrenar con los perros, hay prácticas de conducción pero, sobre todo, una actividad molesta y peligrosa: las carreras ilegales de coches. “Hay un tráfico muy inusual para una zona que está muy abandonada y que es periférica”, asegura el presidente de la asociación de vecinos de Novo Mesoiro, Manel Méndez.

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En el pavimento, se aprecian las marcas de derrapes. Estas carreras se celebran muchos fines de semana, y en ocasiones sus participantes llegan a desplegar en el pavimento conos o neumáticos. Desde la entidad vecinal piden que estas prácticas“no se produzcan al lado de un barrio residencial”. Recuerda que, al haber un único acceso habilitado, es fácil que la policía pueda impedir con facilidad que no haya concentraciones sospechosas los fines de semana.