La tienda de A Coruña que tuvo un inesperado éxito durante el apagón: "Como un día de Reyes"
Comercial Lagares abrió hasta bien entrada la noche para poder dar servicio ante las colas que se acumularon

Pepe Gajino, dueño de Comercial Lagares, cuenta su experiencia durante el apagón
Coruña - Publicado el - Actualizado
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El gran apagón del 28 de abril paró la vida y obligó a toda España a recalcular el GPS. Y, haciendo recuento de lo que se necesita para vivir sin electricidad durante unas cuantas horas, muchos hogares encontraron demasiadas entradas en la lista.
El problema, en un día en el que nada funciona, fue encontrar dónde comprar lo necesario para un kit de emergencia... el mismo día en el que los propios negocios no pueden ni abrir por la falta de recursos para cobrar. En el caso de esta tienda de A Coruña, el apagón supuso una oleada de clientela inesperada para un lunes cualquiera.
La tienda de las radios
Comercial Lagares está en pleno centro de A Coruña. Es una de esas tiendas de electricidad de toda la vida, en la que se pueden encontrar hasta cintas de casete mezcladas con relojes o calefactores. Aunque uno de sus productos más demandados son las radios. “No muere nunca, y menos mal”, cuenta a COPE Pepe Gajino, el dueño del negocio.

El escaparate de Lagares quedó medio arrasado
Las tienen de todo tipo: de diseño, vintage, en modo despertador... el lunes, evidentemente, las más demandadas fueron las que no necesitan de corriente, junto con otros dos objetos: “Todo el mundo venía con la misma fijación: pilas, linterna y radio. Sobre todo, radio”, señala.
Horas extra y soluciones ingeniosaS
Hablamos el día posterior al apagón y por Lagares, antes de abrir, bien podía pensarse que pasó un ciclón por la cantidad de cajas abiertas que hay en el local. Todavía no han abierto, después de una jornada que se alargó más de dos horas respecto a lo habitual. “Cerramos a las 22:30h cuando ya no quedaba nadie”.

Pepe revisa el material tras el 'boom' del apagón
A mediodía, decidieron mantenerse abiertos porque había mucha cola. “Estaba la gente ansiosa por la luz, por las radios...”, recuerda Pepe. Y todo se cobraba “en efectivo” y anotando en papel, a la vieja usanza. Quien no tenía billetes en ese momento “se las ingeniaba, el que no tenía en ese momento lo buscaba”.
Para poder atender, echaron mano de su propio material. Pepe enseña una línea de linternas estratégicamente colocadas en varios puntos del mostrador. “Las teníamos cargadas y teníamos luz para poder despachar”.

El sistema de luces para iluminar la tienda durante el apagón
Colas con paciencia
Entre las personas que acudieron a esta tienda como quien va a urgencias estaba una mujer que confesaba que tenía “un poquito de kit de emergencia” pero que le faltaba una radio porque “la mía la enchufo y no tiene para pilas, y sin información vamos mal”. Al menos, el día fue fructífero: “yo me acabé un libro, mi marido empezó uno...”, ríe.

Cola en Lagares (A Coruña) el día del apagón
Detrás de ella está Ignacio. Él también tiene radio, “la escucho todos los días pero la enchufo a la pared”, por lo que, en su caso, la emergencia se saldaba solo con unas pilas. Lo que está claro es que, el día del apagón, muchos en A Coruña escucharon COPE, que fue de las pocas emisoras que pudieron escucharse en la FM en un día con muchísimos desafíos técnicos en todos los sectores.
El lunes, un prólogo del resto de la semana
Todavía pendiente de cerrar la facturación, en Lagares calculaban que podrían haber vendido unas 500 radios el día del apagón. Y, sin embargo, aún quedaba material al día siguiente. “Estoy colocando para seguir”, contaba Pepe en plena faena antes de un día que iba a volver a ser movido.

Las linternas fueron otro de los objetos más demandados durante el apagón
“El que no llegó ayer, llegará hoy”, aseguraba. Y, como una profecía, su frase se cumplió cuando todavía no había abierto las puertas con una señora que se asomó desde el escaparate con una pregunta:
- ¿Les quedan radios?
- Síi.. si esperas un momento, te vendo una
- ¿Ay, sí? ¡Pues espero un momento! Yo era de las idiotas que no tenía ni dinero en la cartera, ahora tengo. En este cajero dan.