Rosa (55) tiene discapacidad y pide igualdad en A Coruña: “Somos normales, no somos tontos, somos iguales, lo que pasa es que un poco menos, pensamos lo mismo todos, las mismas cosas”
Es una de las voces que ha participado en el acto Baixo O Mesmo Paraugas, celebrado este 3 de diciembre en A Coruña y otras ciudades de Galicia

Voces en el acto 'Baixo o Mesmo Paraugas' en A Coruña del Día Mundial de la Discapacidad en A Coruña
Coruña - Publicado el
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En este miércoles de lluvias intermitentes, los paraguas se han desplegado en varias zonas de Galicia y no por la lluvia. Se ha celebrado el acto Baixo o mesmo paraugas para conmemorar el día mundial de la discapacidad, con representación de decenas de entidades sociales y de las personas usuarias
Son el ejemplo de que la sociedad no se puede resumir en pocas líneas... y sin adjetivos. Distintas formas de andar, de rodar, de expresarse. Hay quien no ve, quien oye peor o quien entiende de forma distinta. Pero todos tienen los mismos sueños y mucho que decir.
Los sueños de Rosa y Sebas
Es el caso de Rosa, que participó en la marcha de A Coruña. Tiene 55 años y está con la Fundación Hermanas Hospitalarias de Ferrol. Resumía el sentir de la marcha de una forma contundente: “Somos normales, no somos tontos, somos iguales, lo que pasa es que un poco menos, pensamos lo mismo todos, las mismas cosas”

Marcha Baixo O Mesmo Paraugas en A Coruña
Debajo de un precioso paraguas de colores encontramos a Sebas, que tiene síndrome de Down. Ir a Aspronaga es parte fundamental de su rutina. “Me cogen y me dejan en casa”, cuenta, en referencia a un centro donde hace “un montón de cosas”. Un ejemplo: estar “frente a una máquina plastificadora” que “imprime sobres de burbuja”.
La sonrisa de Paula y la mano de Cristina
La sonrisa de Paula es enorme desde su silla de ruedas. En su caso, todos los días acude al centro de día de Aspace. Nos dice que es “la nueva” porque no lleva tanto como el resto de los compañeros, pero está encantada. “¡Me cuidan que ya me quedo ahí para siempre!”, exclama. Al preguntarle por reivindicaciones en este día, se lo piensa, y pide accesos “un poco más bajos” en las calles o para ir al cine sin barreras.

Cristina y Paula, de Aspace
Quien le ayuda a ordenar los pensamientos es Cristina, , trabajadora social de la entidad. Su mano dirige la silla de ruedas con un cariño y un tacto tan grande que cualquiera pensaría que son hermanas. Lleva cuatro años en Aspace y reconoce que “con ellos cada día aprendes algo nuevo, ves como te superas y puedes hacer cosas que igual no te imaginas”.
De la discapacidad invisible al estigma
A veces, las discapacidades son visibles, pero otras veces, van por dentro. Es el caso de Conchi. Una enfermedad rara, el síndrome de Tietze, es su indeseada compañera. “Se me inflaman las costillas”, cuenta, una condición a la que tiene que sumar “tres infartos”. Con el tiempo otoñal, reconoce que siente “un dolor horrible”, y lamenta la incomprensión general: “Me ven y dicen: ¿pero qué tiene esta mujer, si no tiene nada?”
Comparte un paraguas transparente , lleno de mensajes, con Raquel, que va en silla de ruedas. En los talleres de Fegerec, la entidad en la que se han conocido, se ríen mucho, porque vivir en compañía estos momentos les da aire. Raquel tiene ataxia, como parte de su familia, y su condición viene escrita en los genes. “Hay un estigma con la discapacidad”, reconoce, y “hay mucha gente que la tiene y no lo sabe, no quiere reconocerlo porque el entorno los excluye”.
VIVIR LA CIUDAD DETRÁS DE UNA SILLA DE RUEDAS
Le acompaña en este camino José Manuel, que pidió una excedencia desde que, con 45 años, ella empezó a presentar los primeros síntomas. Fiel compañero y también cuidador, aprendió a vivr la ciudad empujando una silla de ruedas.

Conchi, José Manuel y Raquel
Ahí descubrió que A Coruña “no está del todo adaptada para sillas de ruedas, la verdad que no, tenemos bastantes dificultades”. Cuenta que “las aceras no son anchas” y que hay muchas pendientes. Eso afectó también al lugar en el que viven: “Tuvimos que cambiarun piso, compramos un bajo y lo adaptamos para Raquel"
DIEZ AÑOS BAJO EL MISMO PARAGUAS
Todas estas voces, sueños e historias se han agrupado en “Baixo o Mesmo Paraugas”, un acto que alcanza ya su décima edición. La entidad impulsora de todo esto fue Aspace. Su gerente es Ricardo Iglesias “Estaremos reivindicando los derechos de las personas con discapacidad ahora y en el futuro”. En esta década, “hemos conseguido cosas, muchas, pero ¿que nos quedan otras por conseguir? Eso también es verdad”. El objetivo final es que “las personas con discapacidad sean igualmente consideradas que las que no tienen discapacidad”.
Esta vez, los paraguas hicieron visibles las reivindicaciones comunes en movimiento. Las personas participantes secundaron una marcha circular desde O Parrote a María Pita y Riego de Agua, con paraguas de colores para representar esas realidades diversas que son parte de la sociedad y que se quieren hacer ver y oír





