A punto de comenzar la época estival y recibir a los visitantes, un punto de A Coruña llama especialmente la atención por su pésimo estado actual. Se trata del entorno de la Torre de Hércules, monumento declarado Patrimonio de la Humanidad.

Las personas que transitan por el parque escultórico de Punta Herminia pueden ver cómo el mobiliario urbano está totalmente abandonado. Bancos rotos, señales caídas, papeleras sin sujeción o vallas desprendidas acompañan a los caminos del entorno del faro romano, el único en funcionamiento del mundo.

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La situación se da desde hace meses, ante la pasividad del Ayuntamiento de A Coruña. En 2020 técnicos municipales y de medio ambiente se desplazaron a la zona para analizar los desperfectos, sin que hasta ahora haya habido ninguna actuación en el terreno.

INTERÉS NATURAL

Además de la protección patrimonial, el entorno de la Torre de Hércules fue declarado en enero de 2020 Espacio Natural de Interés Local (ENIL) de forma provisional por su “extraordinaria” muestra de diversidad. Para que el título sea definitivo, el Ayuntamiento de A Coruña elabora un plan de conservación de este entorno.

El documento determinará las actividades que se puedan desarrollar, en las que se ha de garantizar la protección de los valores naturales y el disfrute de la ciudadanía. Ha derivado, hasta la fecha, en una reducción de las siegas para sincronizarlas con los ciclos naturales que viven y crían a los pies de la Torre. Se limitan a caminos, accesos y zonas de descanso.