El decano de los abogados coruñeses alerta del "daño terrible" que supondría que la huelga de jueces y fiscales se convirtiese en indefinida
Hace un llamamiento al diálogo entre el gobierno y las asociaciones convocantes: "No me puedo creer que en una democracia la gente no pueda hablar". Aboga por buscar "consensos" en una reforma de este "calado"

Coruña - Publicado el
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Segunda de las tres jornadas de huelga previstas por jueces y fiscales en contra de las reformas que pretende implantar el gobierno en materia de justicia. Protestas que "están afectando mucho", según el decano del Colegio de Abogados de A Coruña, Augusto Pérez-Cepeda. Aunque reconoce que en A Coruña el impacto no ha sido tan grave como en otros puntos del país en la primera jornada, advierte que esta situación "es mala".
Y más aún cuando estamos "a las puertas de las vacaciones judiciales, lo que nos va a retrasar muchísimo más", señala el decano de los abogados coruñeses. Uno de los perjuicios que sufren es el "no avisar. Que yo me tenga que desplazar, que se tenga que desplazar peritos, clientes...Toda una parafernalia para, al final, que no se celebre, pues es una molestia evidente y, en muchos casos, un gasto porque la gente viene de fuera, tren, alojamiento, es un perjuicio grave", denuncia.
A pesar de esta petición, reconoce que eses avisos con antelación no se están produciendo en esta huelga. Pero la gente está tan asqueada de este tipo de situaciones que el decano de A Coruña apunta que "la gente ya no comunica incidentes ni incidencias. Es algo que ya lo tienen asumido y ni se molesta. Ya sabemos que va a suceder y punto", lamenta Cepeda, que teme que la situación se complique si los paros se convierten en indefinidos.
HUELGA
Sobre el fondo de la huelga, reconoce no haber leído todo el proyecto de ley con "la profundidad que necesitaría" pero asegura ver "con inquietud que alguien pueda entrar en cualquier cargo público al margen del principio de mérito y capacidad o que peligre el Estado de Derecho", advierte.
LLAMAMIENTO AL DIÁLOGO
Pérez-Cepeda hace un llamamiento al diálogo entre el gobierno y las asociaciones convocantes: "No me puedo creer que en una democracia la gente no pueda hablar. Si no podemos hablar en el régimen democrático. ¿para qué lo tenemos? Sería absurdo. Claro que hay cabida para el diálogo". Considera, además, que cuando estamos ante una reforma "de este calado", lo primero que hay que hacer es buscar "consensos".
Porque, explica, "si no estaremos gobernando en lo que se llama la dictadura de cuatro años, es decir, ahora llego yo , después lo derogo. No tenemos una legislación estable, no se trata de que tú tengas mayorías, sino que tú tengas consenso en la sociedad para sacar adelante un proyecto que dure unos años y que nos dé seguridad jurídica", destaca.
PAROS INDEFINIDOS
Finalmente, el decano reconoce abiertamente su temor ante la posibilidad de una huelga indefinida. "Sería un daño terrible, no solo para la imagen de la justicia, sino para el funcionamiento del sistema entero, especialmente en un momento de cambio, en el que van a entrar a funcionar los tribunales de instancia. Sería ya el colmo. No nos lo podemos permitir. Como sociedad no podemos permitir eso".