ALZHEIMER
La lucha de Desiderio y Soledad no ha terminado: su hijo teme que los acaben separando
José, que recogió 95.000 firmas y consiguió plaza para ambos en una residencia, sigue peleando por un cambio en la normativa extremeña

Sigue la lucha de Desiderio y Soledad
Badajoz - Publicado el
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Desiderio y Soledad se convirtieron, hace ya algo más de un mes, en el matrimonio más famoso de toda España. Ambos, naturales de Plasencia, octogenarios y enfermos del alzheimer, iban a ser separados por la normativa extremeña en materia de residencias. Entre los baremos, no se tenía como criterio a valorar la condición de matrimonio, lo que provocaba que hubiese plaza para uno pero no para el otro.
Su hijo José emprendió, entonces, una cruzada particular para cambiar la normativa y evitar que la burocracia separase lo que ni el alzheimer había conseguido separar: "Ellos han olvidado sus nombres, pero no que se quieren", decía. Su lucha encontró el respaldo popular y recopiló 95.000 firmas. Al final, la Junta concedió plaza a ambos en una residencia de la provincia de Cáceres, donde se encuentran actualmente.

Soledad y Desiderio con su hijo, José
Sin embargo, su hijo José, que ha pasado por Herrera en COPE Extremadura, admite que su lucha no ha terminado. Sus padres están ahora a más de una hora en coche de Plasencia. El objetivo es que acaben cerca o en la misma capital del Jerte y es ahí, en el traslado de una residencia a otra, donde José teme la separación: "Nada me asegura que no me los vuelvan a separar, la Junta no se compromete a que el traslado sea conjunto".
"A lo mejor a uno lo trasladan hoy y al otro en quince días, un mes o un año, nadie sabe", asegura José que todavía no hay "respuesta clara" de la Junta al cambio de normativa: "No es solo por mis padres, es por cualquiera".
José pide a otros extremeños en la misma situación que se unan a él "para intentar modificar la ley". Reconoce que el ejecutivo autonómico está estudiándolo: "Estarán estudiando posibles soluciones, yo solo quiero que se valoren los matrimonios".
Sobre el día a día de sus padres, asegura que están acostumbrándose, tras el "varapalo" que ha supuesto para ellos el abandonar su casa: "Mi padre está todo el día buscando a mi madre con la mirada, si les falta el otro, les falta media vida".
 
                 
                         
                    



