Luis Carrero renuncia a su plaza en Diputación

El ex asesor de Moncloa y amigo personal de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, al que llamaba "hermanito", Luis María Carrero Pérez ha presentado su renuncia a su puesto en la Diputación de Badajoz. La salida, formalizada el 30 de junio de 2025, añade otro capítulo a un escándalo de presuntas irregularidades que ya había provocado la dimisión de David Sánchez como jefe de la Oficina de Artes Escénicas en febrero. Ambos están procesados por un supuesto trato de favor en la obtención de sus cargos. La firma del cese de Carrero recayó en Ramón Díaz Farias, vicepresidente tercero y diputado-delegado del Área de Recursos Humanos de la Diputación, figura administrativa clave en este proceso. Sin embargo, la sombra de la investigación judicial se extiende hacia roles anteriores, destacando el papel de Miguel Ángel Gallardo, expresidente de la Diputación y actual líder socialista extremeño. Gallardo fue quien firmó en julio de 2017 el contrato original de David Sánchez, un documento ahora bajo sospecha tras descubrirse que los informes laborales exigidos en ese contrato – que misteriosamente sólo aparecieron cuando los requirió la jueza – estaban manuscritos por el propio Sánchez y eran extremadamente breves, levantando dudas sobre su elaboración real en su momento.

La trama investigada por la jueza Beatriz Biedma apunta a una presunta prevaricación y tráfico de influencias. Las pruebas centrales son los correos electrónicos interceptados por la UCO, que revelan una coordinación impropia entre David Sánchez y Luis Carrero mucho antes de los concursos públicos. Carrero, exasesor de Presidencia en Moncloa (2020-2023), ya actuaba de facto como mano derecha de Sánchez en la Oficina de Artes Escénicas antes de su incorporación oficial en enero de 2024, planificando proyectos y atendiendo asuntos. Críticamente, mensajes de octubre de 2023, como uno donde Sánchez dice "en cuanto te incorpores...", evidencian que daban por hecha la incorporación de Carrero a la Diputación 23 días antes de que se publicaran las bases del concurso al que se presentó. Esta secuencia temporal es fundamental para la acusación de que el puesto estaba garantizado mediante influencia indebida, algo que Sánchez intentó minimizar como un "malentendido" ante la jueza.

Miguel Ángel Gallardo no solo firmó el polémico contrato inicial de David Sánchez, sino que también está siendo investigado junto a otras diez personas por su posible papel en la supuesta trama de contrataciones fraudulentas. La jueza Biedma indaga específicamente si Sánchez adaptó su puesto en la Diputación para poder influir en la contratación de su amigo Carrero. Carrero, aunque niega que nadie le asegurara el puesto o que Sánchez "moviese los hilos", renuncia cinco meses antes de lo previsto, en un contexto donde la institución había sacado a concurso su plaza para consolidarla. El caso sigue abierto, poniendo el foco en las decisiones tomadas bajo la égida de Gallardo y en el cumplimiento de los procedimientos administrativos.