El pasado jueves, el alcalde de la ciudad Ignacio Gragera se reunió en la capital con el director general de Carreteras, Juan Pedro Fernández. Uno de los temas principales del encuentro fue el soterramiento de parte de la autopista, una idea que Gragera recuperó del antiguo edil Celdrán. El objetivo inicial se centraría en realizar el primer tramo, unos 900 metros aproximadamente, que abarcan desde la salida del Puente de la Universidad hasta el cruce entre la avenida Miguel Celdrán y Maria Auxiliadora.

Gragera ha transmitido las peculiaridades de esa vía de titularidad estatal; unas características que en palabras del propio alcalde "suponen una barrera física y psicológica". Defiende que esta iniciativa va en consonancia con las políticas europeas de humanización de los espacios, cuyo objetivo se centra en mejorar la calidad de vida en términos de movilidad y acústica. También ha señalado la problemática con la que viven los vecinos de edificios contiguos "soportan unos niveles de decibelios que no están en consonancia con la normativa europea".

El Gobierno por su parte, ha trasladado que no va a financiar ese la obra en su totalidad pero que están abiertos a recibir más propuestas, algo que el delegado de Gobierno, José Luis Quintana, ha reafirmado "es lógico que el Gobierno no financie esa obra completamente, la reunión fue bien pero habrá que seguir trabajando". El ayuntamiento ha anunciado que seguirá insistiendo debido a la necesidad de ese soterramiento, un proyecto a largo plazo que beneficiará a la ciudad. Como medidas complementarias, Gragera ha señalado que podría realizarse una zona verde sobre la superficie soterrada así como un carril bici que sirva para vertebrar la ciudad.