Callejón, de la cantera del Real Madrid al Extremadura, pasando por Grecia, Arabia y Bolivia

Juanmi Callejón Bueno, natural de Motril, de 38 años de edad, se ha convertido, por méritos propios, en uno de los futbolistas de referencia de la afición del CD Extremadura. Llegó al club de Almendralejo procedente del Orihuela y ha marcado 21 goles en la temporada que acaba de terminar.

Tarde o temprano, Callejón iba a acabar jugando en el Extremadura, porque su mujer es de Almendralejo. Juanmi tiene un hermano gemelo, José, con una amplia trayectoria en el mundo de fútbol, hasta su retirada, esta campaña, en el Marbella, equipo con el que ha conseguido la permanencia en la Primera RFEF.

 José Callejón jugó en el Real Madrid de la mano de Mourinho, con el guarda una buena amistad. De hecho, hay un vídeo de despedida en redes en el que participan el entrenador portugués, Xabi Alonso y Arbeloa, buenos amigos del jugador de Motril.

La carrera de José se ha desarrollado en Europa; la de Juanmi no deja indiferente a nadie. Con 14 años sale de Motril y desembarca en las categorías inferiores del Real Madrid. Pasó por el Mallorca, Albacete, Córdoba y Hércules antes de iniciar una aventura que le llevaría a Grecia, Arabia Saudí y Bolivia. Donde más poso dejó fue en el Bolívar, del país sudamericano. “El fútbol allí es más lento, por la altura. La vida es muy familiar”, nos comenta sobre su andadura al otro lado del Atlántico. Ya de vuelta, jugó en el Marbella, San Fernando y Orihuela, antes de recalar en el Extremadura.

00:00

Volumen

Comparte en:

Copiar enlace Descargar

Cerrar

Bolivar

Despedida que le tributó el Bolivar a Juanmi Callejón

Juanmi quería jugar junto a su hermano antes de la retirada de ambos, pero no va a poder ser. “Lo dije porque pensaba que mi hermano podría cambiar de idea. Acabar jugando juntos y cerrar el círculo de cuando empezamos en la cantera del Madrid, hubiera sido emocionante”.

Los hermanos Callejón salieron con 14 años de su Motril natal. “No es fácil. Dejas atrás a tu familia y amigos, pero lo mejor que me llevé fue a mi hermano. Estuvimos ocho años en la cantera del Madrid”.

Irse fuera de España también supuso un paso adelante, con un futuro incierto, pero “en la vida hay que tomar decisiones, que no sabes cómo va a ir. A mí me salió bien”.

Ahora, con 38 años, disfruta de un merecido descanso, esperando que, de nuevo, el balón eche a andar con el Extremadura en Segunda RFEF.