MSC Cruceros se consolida en Valencia con operaciones todo el año y un impacto económico de 70 millones
La compañía afianza su apuesta por la ciudad como puerto de embarque en invierno y demanda una terminal específica para seguir creciendo

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Valencia - Publicado el
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El turismo de cruceros vive un momento dulce en la Comunitat Valenciana y, muy especialmente, en Valencia, que se ha convertido en un puerto estratégico para MSC Cruceros. Así lo ha explicado su director general en España, Fernando Pacheco, durante una entrevista en "Seguir sumando", el programa de COPE en la Comunitat Valenciana dedicado al mundo empresarial, donde ha afirmado que “el crecimiento no está viniendo solo por el verano, sino sobre todo por el invierno”, con una operativa que se mantendrá en expansión hasta 2026.
Pacheco ha detallado que la compañía “ha batido récords de pasajeros en 2024 y todo indica que volveremos a hacerlo en 2025”. En Valencia, la clave ha sido operar todo el año: “En el invierno 23-24 realizamos más de 20 escalas, y el barco ha llegado para quedarse”, ha asegurado. Este cambio de estrategia responde al creciente interés del turista por experiencias culturales, gastronómicas y sostenibles, algo que Valencia y su entorno ofrecen con creces.
Actualmente, el 70% de los cruceristas que embarcan en Valencia proceden de fuera de la Comunidad Valenciana, muchos de ellos de Madrid, Andalucía o incluso del extranjero. Esto refuerza el papel de la ciudad como puerto base, gracias también a sus buenas conexiones ferroviarias y aéreas. “Elegimos nuestros puertos por la infraestructura de acceso y la capacidad de ofrecer experiencias diversas: en Valencia ofrecemos desde visitas culturales a la Albufera hasta rutas en bicicleta”, ha detallado Pacheco.
Los datos confirman el auge de este modelo turístico. Solo en 2024, 267 cruceros atracaron en el Puerto de Valencia, con cerca de 800.000 pasajeros y un impacto económico de 70 millones de euros. Cada crucerista gasta de media 146 euros, una cifra que desmonta prejuicios sobre el bajo gasto de estos turistas. “Nuestros pasajeros no solo consumen excursiones, también cultura y gastronomía. Pasan entre 8 y 10 horas en la ciudad”, ha apuntado el director general de MSC.
De cara al futuro, la compañía mantendrá dos barcos en verano y uno en invierno, con al menos 90 escalas anuales. Pero su crecimiento está condicionado a un factor clave: la infraestructura. “Para seguir creciendo necesitamos una terminal de cruceros en condiciones, cómoda, eficiente y sostenible”, ha reivindicado Pacheco, abriendo la puerta a inversiones privadas si se dan las condiciones necesarias.
La sostenibilidad es, de hecho, otro de los pilares del plan estratégico de MSC. “Tres cuartas partes de nuestra flota ya puede conectarse a la red eléctrica del puerto, aunque en Europa aún faltan infraestructuras”, ha advertido. Además, todos los barcos cuentan con plantas desalinizadoras para ser autosuficientes en agua, sin consumir recursos de las ciudades en las que atracan.
Así, Valencia se afianza como uno de los puertos más dinámicos del Mediterráneo, con potencial para convertirse en referente internacional. MSC apuesta por la ciudad no solo como escala, sino como punto de partida y llegada de miles de turistas al año. “El futuro pasa por ofrecer más horas de estancia en los destinos y experiencias más ricas. Y Valencia lo tiene todo para ser ese destino estrella”, ha concluido Fernando Pacheco.
Valencia Violins, la apuesta por el arte y la digitalización
En una ciudad donde la música es parte esencial de su identidad, sorprende descubrir que uno de los referentes nacionales en fabricación y venta de violines se encuentra en pleno centro de Valencia. Valencia Violins, una empresa nacida en 1999, ha logrado combinar la tradición artesana con la innovación digital, y ahora da un paso adelante con su ambicioso plan de crecimiento en el comercio electrónico.
“Siempre hemos sido una empresa muy artesana y tradicional, pero este año decidimos dar un giro con el programa Lanzadera”, explica Raúl Ferragut, director general de la firma, que comparte liderazgo con su socio Sergi Martín. Tras años de crecimiento orgánico, Raúl decidió salir de su zona de confort y lanzarse de nuevo al ruedo del emprendimiento: “He tenido dudas, pero cuando la llama emprendedora prende, no puedes apagarla”, confiesa con sinceridad.
El punto de inflexión llegó con la apuesta por el eCommerce. Hasta ahora, la venta online representaba solo el 20% de la facturación, pero el objetivo es claro: alcanzar el 50% en breve. Para lograrlo, además de su tienda digital propia, están dando el salto a plataformas como Amazon, abriendo así las puertas del mercado internacional a sus violines hechos en Valencia.
El auge de los instrumentos de cuerda en la Comunitat Valenciana ha sido clave. “Cada vez hay más músicos de viento que también tocan cuerda y viceversa. Las sociedades musicales ya tienen su propia orquesta de cuerda y el interés por el violín va en aumento”, señala Raúl, quien destaca el papel de orquestas como Les Arts o la Orquesta Municipal en esta expansión.
Lo especial de Valencia Violins es su doble vertiente: fabrican su propia marca, pero también comercializan violines de Francia, Italia, China o Rumanía, además de instrumentos antiguos de alto nivel. “Tenemos un catálogo extenso y muy cuidado, para todos los niveles y públicos”, afirma Raúl.
Pero no solo venden productos. Esta empresa también encarna una historia de pasión musical y reinvención constante. Su director general ha sido músico, ha tenido una escuela de música y sigue involucrado con el sector desde dentro. “Lo llevo dentro. Siempre he estado en marcha y sabía que era el momento de volver a emprender”, afirma.
Con esta nueva etapa, Valencia Violins demuestra que el talento local no solo sobrevive, sino que puede brillar a nivel global si se combina el saber hacer artesanal con una estrategia digital bien pensada. Desde el corazón musical de la ciudad, sus violines están listos para sonar en escenarios de todo el mundo.