Escucha la historia de Paco, el bebé que ha nacido en la puerta de su casa de Valencia con la ayuda de tres policías locales
El recién nacido se quedó colgando del cordón umbilical tras un parto de pie en el barrio del Cabañal, pero la rápida actuación de los agentes evitó la tragedia

Valencia - Publicado el - Actualizado
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La Policía Local de Valencia ha asistido en un parto de urgencia en el barrio del Cabañal. Los hechos ocurrieron sobre las siete menos cuarto de la mañana, cuando una llamada alertó de que se había producido un nacimiento en un domicilio y la familia, muy nerviosa, temía por la vida del bebé. Según ha relatado el inspector Roberto Soleri, que estaba de servicio ese día, la llamada era tan “poco usual” que varias patrullas se dirigieron de inmediato hacia la vivienda.
La primera patrulla en llegar fue la de las agentes Amparo Furió y su compañera Miriam. Al entrar, se encontraron a la madre de pie en el recibidor, en estado de shock, sosteniendo al recién nacido en brazos. “Vemos a la chica, literal, en la misma puerta, con el bebé en brazos y, claro, con la sangre que ha llevado el alumbramiento”, ha explicado Amparo. "El bebé estaba muy frío y no paraba de llorar, por lo que el primer instinto de las agentes fue cogerlo para darle calor".

Paco, el bebé que nació en la puerta de su casa en El Cabanyal
Un parto de pie en la puerta de casa
La madre, aturdida por la rapidez de los acontecimientos, explicó que se dirigía al hospital con dolores de parto cuando, de repente, “el bebé salió”. Según relató el abuelo del niño, el cordón umbilical se rompió después de que el bebé quedara colgando, lo que afortunadamente amortiguó la caída y evitó un golpe grave. Ante la situación, y al no encontrar el cordón, la agente Miriam “lo pinchó con los dedos”, según ha detallado Amparo, ya que “no teníamos nada más a mano” para presionar y detener la hemorragia.
Llorando muchísimo, y la boca le temblaba y todo del frío y de del hambre que tenía"
Policía Local de Valencia
Pocos instantes después, llegaron más compañeros y los servicios sanitarios de urgencia, que se hicieron cargo de la madre y el bebé. La rápida intervención policial fue clave para estabilizar al pequeño, a quien arroparon con mantas térmicas. Amparo ha recordado que era un bebé “gordito” y que estaba “llorando muchísimo, y la boca le temblaba y todo del frío y de del hambre que tenía”.

Parto en El Cabanyal
Un final feliz: 'Hola, Paco'
Al día siguiente, las agentes visitaron a la familia en el hospital. La madre se encontraba “estupenda” tras haber sido intervenida por no haber expulsado la placenta. El bebé, que se llama Paco, pesó 3 kilos 200 gramos y, a pesar del traumático nacimiento, se encontraba en perfecto estado en el área de neonatos. Tanto la madre como el pequeño iban a recibir el alta en breve.
Para los agentes que participaron, este servicio ha sido una inyección de moral. El inspector Roberto Soleri lo ha calificado como “un agua bendita” dentro de su profesión. “En nuestra profesión, esto es agua bendita”, ha afirmado, celebrando poder contar una historia con un final tan feliz.
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