El "basurazo" desata el caos en la Comunidad Valenciana: diferencias de hasta 400 euros en la nueva tasa
La falta de un criterio unificado provoca un gran desconcierto en el cobro del impuesto, con ayuntamientos que ya repercuten el coste a los vecinos

Valencia - Publicado el
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La nueva tasa de basuras, conocida popularmente como el basurazo, ha generado un monumental lío en la Comunidad Valenciana. La falta de un criterio definido para su cobro está provocando grandes diferencias entre municipios, donde los ciudadanos podrían pagar desde 40 euros hasta casi 400 euros. El origen de la tasa es motivo de controversia: mientras el Gobierno de Pedro Sánchez asegura que emana de una directiva de la Unión Europea bajo el principio de "quien contamina paga", la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) lo niega rotundamente.
Choque frontal con el Gobierno
La presidenta de la FEMP, María José García Pelayo, ha calificado el argumento del Ejecutivo como "una gran mentira". Según García Pelayo, la directiva europea no impone una tasa, sino que anima a cobrar por el servicio de reciclaje, recogida y transporte de residuos. "Yo creo que esto es una cabezonería de Pedro Sánchez, la tenemos y la vamos a sufrir porque a Pedro Sánchez le da la gana", ha afirmado.
Lo de que se basa en una directiva de la Unión Europea es una gran mentira"
Presidenta de la FEMP
Desde la FEMP también denuncian que la medida supone "un claro desprecio hacia la autonomía de los ayuntamientos". García Pelayo defiende que los consistorios tienen capacidad para decidir cómo cobrar los servicios a sus vecinos, o incluso si hacerlo, y que imponer una tasa general es una "falta de respeto a los ciudadanos y también a los ayuntamientos".

Papeleras inteligentes en Valencia
Todos los grupos políticos pidieron de forma unida la retirada de la tasa para buscar alternativas adaptadas. "La realidad de cada ayuntamiento es totalmente distinta, y lo que no podemos es plantear soluciones a problemas de manera general", ha explicado la presidenta de la FEMP. Esta situación, añade, puede generar discriminación, ya que algunos ayuntamientos podrán compensar la subida con otras bajadas de impuestos, pero muchos otros no.
El 'basurazo' por ciudades
En Castellón de la Plana, el ayuntamiento ha dejado de asumir parte del coste y lo repercute íntegramente a los vecinos. Esto ha provocado que recibos de 92 euros pasen a costar 165, o de 96 a 193 euros. Para mitigar el impacto, el consistorio que dirige Juan Carlos Redondo ofrece bonificaciones de hasta el 60% para familias numerosas y descuentos por el uso del ecoparque. Además, se prevé instalar contenedores de residuos orgánicos inteligentes para registrar el reciclaje individual.
En Alicante, la nueva tasa ya está en marcha. Un ejemplo es el de un vecino de la playa de San Juan, que ha visto cómo su recibo pasaba de 40 euros a 145. El plazo para el pago voluntario finaliza el 22 de diciembre. En esta ciudad ya funcionan los contenedores inteligentes: usar el contenedor marrón con una tarjeta específica al menos cuatro veces al mes permite un descuento del 20% en la siguiente factura.
La situación en Valencia es distinta. Aunque la tasa está aprobada, todavía no se aplica, ya que se está calculando el importe en función del consumo de agua de los últimos 12 meses. Según la concejala de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, el recibo medio para las viviendas será de 90,97 euros al año. Sin embargo, el tramo más bajo, que afectará a la mitad de los valencianos, se quedará en 34 euros anuales.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.




