Escritores viajan en el Tren de la Cultura a València: "Se merece todo el cariño por el tiempo de desesperanza"
Un total de 13 escritores españoles han viajado en el Tren de la Cultura para recordar a los libreros, autores y lectores afectados por la dana.

Escritores viajan en el Tren de la Cultura a València: "Se merece todo el cariño por el tiempo de desesperanza"
Valencia - Publicado el
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Un total de 13 escritores españoles han viajado este lunes en el Tren de la Cultura hacia València, donde han recordado a los libreros, autores y lectores afectados por la dana. Esta actividad, que celebra su tercera edición, nace de un acuerdo entre Renfe y la división editorial del Grupo Planeta.
El escritor y exministro de Cultura valenciano Máximo Huerta ha señalado, a su llegada a la Estación de Joaquín Sorolla, que la ciudad "merece todo el cariño de un Tren de la Cultura" por "todo lo que hemos sufrido, por todo lo que han sufrido las librerías y por ese tiempo de desesperanza que ha habido de puerta cerrada y de historias sin contar".
"Valencia en este momento necesitaba y necesita una iniciativa, y muchas más, como un Tren de la Cultura para darle más eco a los libros, a los autores y sobre todo a las librerías afectadas", ha indicado el autor, cuya localidad natal, Buñol, sufrió importantes desperfactos en la riada del 29 de octubre.
A su juicio, "este tiempo en el que las estanterías estaban vacías, que no había puertas, que todo estaba muerto, se ha perdido esa rutina tan bonita de las librerías" y ahora que "muchas han vuelto a levantar la persiana, te cuentan con alegría que ya tenemos los muebles, que ya están los libros ordenados y entonces empiezan a cambiar las caras".
No obstante, ha recalcado que recuperar la rutina "depende ya de los lectores y lectoras" para que la librería "vuelva a tener ese calor, esa buena energía que siempre encuentras cuando llegas a una". El escritor afirma que, al igual que la pandemia "no dio novelas", la dana y la cantidad de víctimas mortales que dejó a su paso dejará literatura "con el tiempo" porque "los desastres, hasta que se convierten en literatura, tiene que pasar mucho tiempo para que no haya ese dolor instantáneo ni ese rencor".
"Cuando la mirada del tiempo, cuando la vista de pájaro se eleva un poco es cuando empieza a convertirse en literatura. La instantánea es solamente información", ha expresado en declaraciones a los medios.
Por su parte, la presidenta de la Fundació Fira del Llibre, Maria Bravo, ha dado a los autores las gracias por llegar a Valencia "a sembrar conversación, lectura y afecto. Y gracias sobre todo por recordar que la cultura no es un privilegio, es un derecho. No es un lujo, es una necesidad".
Concretamente, Carlos del Amor, Paloma Sánchez-Garnica, Sari Arponen, Blue Jeans, Pilar Eyre, Máximo Huerta --ya se encontraba en Valencia, su ciudad natal--, Carolina Iglesias, Susanna Isern, Alice Kellen, Rosa Montero, Vanessa Montfort, Ángela Quintas y Javier Sierra han salido de Madrid este lunes hasta la capital valenciana, donde les ha recibido Bravo.
Por su parte, la directora de la Feria del Libro de Madrid, Eva Orúe, que ha acudido al encuentro a pocos días del inicio de la cita, ha defendido "la cadena del libro" en tiempos de "crispación" como un ejemplo de resistencia.
"Me parece relevante defender estos espacios más aún en estos tiempos de crispación, porque somos espacios de convivencia. Hay pocos sitios como las ferias del libro, donde todavía te puedas encontrar con el diferente, donde sepas que te van a hacer una oferta que es válida, libros que tienen mucho mérito. Donde además vas a aprender, pero que no necesariamente te van a dar la razón. Debemos defender las ferias como un espacio de resistencia", ha añadido Orúe.
Huerta ha agradecido la visita y ha dado un abrazo al resto de librerías --él tiene la suya, Doña Leo, en Buñol--: "Vivan las librerías de Valencia que se han visto tan afectadas por estos terribles episodios dramáticos que vivimos. Mi abrazo al resto de librerías. Entiendo el sufrimiento muy bien del agua cuando llegó a todas. Todas se vieron afectadas, no solo porque se perdió todo lo económico y el patrimonio que había, sino porque también todas las librerías se contagiaron de esa tristeza, dejaron de llegar lectores a las librerías".