"Dios nos dio otra oportunidad": el emocionante relato de una de las supervivientes de la dana que llegó a despedirse en un vídeo

El 29 de octubre de 2024 quedará grabado en la memoria colectiva de miles de familias españolas. Aquel día, una devastadora dana se cobró la vida de 237 personas, afectó a 89 municipios y causó pérdidas superiores a los 17 millones de euros, dejando además una profunda huella emocional difícil de superar.

Las zonas más castigadas fueron la Comunidad Valenciana, concretamente la provincia de Valencia, donde, todavía, la tragedia sigue doliendo. Ahora, un año después, en COPE, recordamos cómo se desarrolló aquella jornada trágica y lo hacemos con historias como la de María, una joven afincada en l´Alcudia. Vino a Valencia con una mochila llena de sueños por cumplir, pero esa trágica noche de martes pensó que todo se acababa, incluso grabó un video despidiéndose. 

María recuerda en COPE Valencia cómo llegó a la localidad valenciana, “yo vengo de Colombia. Llegué a vivir acá, obviamente en una granja, porque, para que alquilen a uno un piso, eso es superdifícil.”  

La granja, situada a escasos metros del río Magro, se convirtió en su hogar. Sin embargo, aquel 29 de octubre, lo que parecía un día cualquiera, se transformó en una pesadilla.

“El río se creció enormemente y ahí fue donde llegó a superaltísimos metros, de un momento a otro, porque estábamos superdescuidados. Cuando nos dimos cuenta, ya estábamos encerrados por el agua, y la única opción que teníamos era subirnos al techo de la granja de las gallinas.”

NUNCA LLEGARON A RESCATARLAS EN LA DANA

Refugiadas en el tejado de la granja, María y sus hijas comenzaron a pedir ayuda desesperadamente mientras la lluvia no daba tregua.  Cuando conseguían que su teléfono tuviera cobertura, llamaban a sus vecinos pidiendo auxilio.  "Estaba con mis dos hijas bajo tremenda tormenta. Yo empecé a pedir ayuda acá, a los conocidos del pueblo, y ellos me dijeron: ‘en tantos minutos llega el helicóptero’. Nunca llegó."

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Las horas pasaban y el rescate no aparecía. A las cinco de la tarde llamó por primera vez; a las siete de la noche, seguían atrapadas. En un principio, se subieron a un contenedor cercano, pero la fuerza del agua lo arrastró.

“El agua se lo llevó, se llevó el contenedor, miré que podía meterme por unas rendijitas de la granja, donde había gallinas. Tiré a mis hijas por ahí, y nos tocó quedarnos ahí desde las siete de la noche hasta el día siguiente, acostadas sobre esas varillitas de la granja. 

El frío, el hambre y las heridas físicas se sumaban al miedo constante. María recuerda con angustia aquella noche interminable:. “Mis hijas no se podían levantar, se nos pelaron las rodillas, los coditos... con un frío fatal. Eso fue horrible.”

UN VÍDEO DE DESPEDIDA EN SUS REDES SOCIALES

María recibió una llamada del alcalde de la Alcudia donde le decía que habían intentado ir a por ella, pero la fuerza y el nivel del agua les hacía imposible llegar a ella y a sus hijas; les dijo que se cuidasen y que tenían que salvarse por ellas mismas. En ese momento, ella decidió grabar un vídeo para despedirse de su familia en Colombia. 

“Ese vídeo lo grabé ya teniendo poquita batería, el alcalde me llamó como a las tres de la mañana y me dijo: ‘María, lo siento, pero no podemos hacer nada. Viene la última riada, sálvate como puedas’. Entonces subí el vídeo como despedida, como que pase lo que pase, ya ustedes saben qué fue lo que pasó.”  

El vídeo cuenta con casi 7 millones de visualizaciones, pero lo que no se ve es, lo que sí vieron María y sus hijas esa noche, "veíamos cómo las cosas pasaban, las gallinas murieron, todo lo que había desapareció. Nosotros no sé por qué estamos vivas, y el perrito tampoco sé cómo se salvó,", asegura en los micrófonos de COPE Valencia. 

Tras horas de llanto y agotamiento, el sueño las venció. "Nos quedamos dormidas ahí, mis hijas dormidas en mis piernitas, y yo recostada en una varilla. Amanecimos y mi hija menor me dijo: ‘mamá, ¿qué pasó?’ Nos despertamos y ya vimos que todo estaba calmado."

SOBREVIVIERON A LA DANA  

"Dios nos dio otra oportunidad", se emociona María al recordar aquellas interminables horas. "Y nuestro perrito también se salvó. Él se subió a un techo. Si vieras cómo quedó la granja, un desastre total. No sé por qué estamos vivas, de verdad."

Un año después, María explica en COPE que se siente "orgullosa de eso que pasó, y que he podido superar, porque eso fue un borrón y cuenta nueva". Ahora solo quiere mirar hacia el futuro.