Valencia Basket inaugura su espectacular nueva tienda en el Roig Arena

Poco a poco el Roig Arena va cobrando vida. La espectacular nueva casa del Valencia Basket tiene su primer acto oficial el 6 de septiembre con el homenaje a Nino Bravo, el cantante valenciano más universal. Después ya no habrá tregua. Con baloncesto, el 3 de octubre se abre el telón para los chicos, ante el Virtus Bolonia en Euroliga, y nueve días después, el 12, para las chicas, ente el Baxi Ferrol en Liga Femenina Endesa.

El lunes empezaron las revisiones médicas y pruebas físicas de los de Pedro Martínez, con muchas ausencias de internacionales. Las chicas de Rubén Burgos, lo hicieron la semana anterior. En la mañana del lunes el club inauguró su nueva y espectacular tienda. Un innovador espacio de 245 m² de superficie útil comercial, a pie de calle, con acceso independiente y directo para todos los aficionados.  En su interior, aún no descubierto, está el acceso al Museo del Club, que abrirá sus puertas en los próximos meses.

Con la presencia de Juan Roig, el gran mecenas, su hija Amparo y Enric Carbonell, el director general del club taronja, cortaron la cinta antes de descubrir el interior de un espacio vistoso que reciben varios maniquíes de jugadores con la nueva equipación naranja del club. 

Al acto también asistieron, en representación de los primeros equipos, Queralt Casas, la capitana del femenino, y Nate Reuvers, pívot que ha estado con Hungría hasta hace poco. "La verdad es que es impresionante, es una pasada. Yo tenía expectativas muy altas, pero el día que pisamos el parqué la verdad es que lo superaron. De hecho, tuvimos una visita también con vestuarios, gimnasio y todo, y es alucinante.  No sé si ya habéis tenido la oportunidad de visitarlo, pero vais a quedar flipando, alucinando. Súper felices de poder llamar esto nuestra casa, con ganas de poder jugar delante de nuestra afición y muy agradecidos al mecenas por hacer lo posible", explicó la catalana, que está muy contenta de cómo evoluciona de su grave lesión.

"Bien, del brazo bien, llevo ya una semana entrenando con el equipo.  La verdad que de dolor cero, ahora falta coger el ritmo físico, porque cinco meses sin hacer deporte se nota, cuando de normal no paras. Pero el brazo, que es lo que importa, la verdad que bien, sin dolor y bien. Tras tanto tiempo sin jugar, ya es emocionante, pero evidentemente, después de la lesión, pues aún tengo más ganas. ¿Las cicatrices de la operación?  Sí, sí, buena marca, sí. Es lo que hay, gajes del oficio. Me preocupa más esta pequeña de la cara, que en el brazo no pasa nada", contó la capitana con humor. 

Casas, que se lesionó el brazo el 5 de abril, no pierde su ambición de cara a la 25/26. "Ya estoy muy acostumbrada, ya es mi séptima temporada. La verdad que muchas seguimos de otros años, pero con ellas ya estamos muy hechas. Y con las nuevas, la verdad que muy majas, muy buena gente, con ganas de aportar al equipo, con ganas de aprender y de seguir creciendo como equipo. Tuvimos una buena última temporada, así que continuar a partir de eso", retó Queralt.

Nate Reuvers, el reto de seguir creciendo

El ala-pívot afronta su tercera temporada de taronja con ganas de mantener su progresión. "Siempre hay espacio para mejorar, creo que cada año me vuelvo un mejor jugador. Creo que definitivamente soy un mejor jugador desde hace dos años, aprendes mucho jugando en Euroliga, Eurocup o ACB. ¿Plantilla de 16?  Tendremos que manejar eso, pero con tanto partido, claro que necesitamos una plantilla larga.  Especialmente en el modo en que jugamos, a alto ritmo. Sí, definitivamente es difícil, porque no puedes relajarte en esos partidos de fin de semana. No importa contra quién juegues en ACB. La temporada pasada fue buena. Mismo entrenador, mismo sistema", analizó el norteamericano. Así que espero mucho de este equipo", analizó un Reuvers fascinado por el aspecto del Roig Arena. "Es una locura el progreso que han hecho en estos dos meses desde que fui en verano y está muy bonito, todo nuevo y no sé si he visto algo mejor en Europa", concluyó el interior, que llega algo tocado del tobillo después de estar con la selección de Hungría.