Maxi se hace centenario con el Valencia CF

En clara línea descendente. Así se describe la trayectoria de Maxi Gómez en las tres temporadas que lleva vistiendo la elástica valencianista. En el Martínez Valero alcanzó la cifra de cien partidos con el conjunto de Mestalla. El de Paysandú aterrizó en el verano de 2019 procedente del Celta de Vigo. Tuvo la tentación de los millones de la Premier, el West Ham concretamente, pero decidió Valencia. El Valencia pagó al conjunto celeste 16 millones de euros, más el traspaso de Santi Mina (valorada en unos diez millones) y la cesión del central tinerfeño, Jorge Saenz.

Su aterrizaje fue ilusionante. Su estilo de juego, batallador, con pundonor, fue acompañado por goles y eso gusta y mucho a Mestalla. El 9 que buscaba, era uruguayo. Pero su contribución al equipo ha ido devaluándose claramente. Además, salpicado con algún episodio de indisciplina la temporada pasada y esta, con Javi Gracia y con José Bordalás. Gracia lo castigó en un partido en Granada. Bordalás lo dejó fuera por pasarse en la báscula en el choque ante el Sevilla en el Pizjuán.

En el pasado mercado de invierno ha estado en la rampa de salida. Se reunió con los dirigentes de la Fiorentina y la Juve lo tuvo en la operación de Morata con el Barça. Al final se quedó, pero su aportación siguió siendo residual para el técnico.

La carga de partidos con la Copa ha hecho que Bordalás haya echado mano de las rotaciones en LaLiga y eso le ha dado chance, de nuevo, al delantero charrúa. Además, Maxi se autoexpulsó en el choque de ida de las semifinales en San Mamés por encararse al arbitro en el descanso en el túnel de vestuarios cuando ni siquiera había salido a jugar. Sus protestas le costaron dos partidos de sanción así que, se quedó fuera del partido decisivo de vuelta y se perderá la final de La Cartuja ante el Betis.

Ante el Granada en Mestalla cuajó su mejor partido de la temporada. Serio, participativo, batallador como siempre y de vuelta al gol. En Elche fue titular. Asistió en el gol anulado por el VAR a Guillamón y errático y lento en la ocasión más clara de la segunda parte en un mano a mano ante el meta ilicitano.

Sus números evidencian lo visto sobre el césped. Ha disputado 87 partidos de Liga, 6 de Copa, 1 de la Supercopa de España y 6 de Champions League.

En la faceta goleadora, la estadística, como el algodón, no engaña. En sus primeros 25 partidos como valencianista, anotó 9 tantos. En los 75 partidos siguientes lleva 11 goles en su cuenta.

Restan nueve jornadas y con la final de fondo, Bordalás quiere dosificar a sus hombres. Eso le otorga posibilidades de tener minutos a Maxi para dar descanso a sus compañeros. Será una buena noticia también para el club que tiene decidido poner al uruguayo en el escaparate buscando la salida que no cuajó el pasado mes de enero. Su claúsula es de 140 millones de euros y acaba contrato en junio de 2024.

Buena noticia es también su regreso con la selección charrúa que dirige el ex valencianista, Diego Alonso para los partidos clasificatorios para el Mundial ante Perú y Chile. Vestir la elástica celeste, puede revalorizar al jugador de cara una posible venta este próximo mercado. El Valencia quiere un cambio de nueve y lo tiene claro. Así que, cuanto más juegue y más goles meta, mejor para ambos, club y futbolista.