Una iglesia, unas obras y más 20 años de paralización. Esa, hasta hace bien poco, era la realidad de la Iglesia San Juan Pablo II, en Benicassim. Ahora las obras están por fin a pleno rendimiento y eso es una buena noticia. Hay una sensación de “no me lo acabo de creer”, explica en COPE el párroco local, Luis Oliver: “Ahora hay máquinas, ladrillos, movimiento, obreros...”, describe con una sonrisa.
Oliver define estas obras como algo necesario. Santo Tomás se queda pequeña, especialmente en verano, cuando la población se puede llegar a multiplicar por cinco. ¿Cuál es la situación de esas obras ahora mismo? “Es un esqueleto de hormigón y ahora entra en una fase en la que se va a realizar un trabajo un poco más laborioso para cerrar el templo”. Unos trabajos que tiene un periodo de ejecución de 8 meses, por lo que San Juan Pablo II en Benicassim tendría que ser una realidad en este mismo 2024.
“En una segunda fase ya se realizarán todos los interiores con capacidad para 800 personas”, explica orgulloso Luis Oliver. Benicassim ha crecido sustancialmente y actividades que estaban realizando evidenciaban que “el templo antiguo ya resulta muy escaso para lo que es el día a día de la parroquia”.
Cada colaboración cuenta
Don Luis Oliver tiene claro que es “muy importante” la implicación de todos, la implicación de todos: “En realidad es una colaboración a todos los niveles porque en definitiva estamos construyendo la casa del Señor y la casa donde vamos a vivir todos”.
Por eso son bien recibidas y valoradas cualquier “aportación económica de personas creyentes e incluso de menos habituales que saben que forman parten de la Iglesia”, cuenta Luis Oliver.