Agricultores ven perjudicial el acuerdo entre Europa y Estados Unidos: "La Unión Europea ha tragado con susto"
La Unió Llauradora considera que el acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos castiga al campo valenciano

Ursula von der Leyen y Donald Trump en Turnberry (Escocia)REMITIDA / HANDOUT por COMISIÓN EUROPE 27/7/2025
Castellón - Publicado el - Actualizado
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La Unió Llauradora i Ramadera, ante el acuerdo alcanzado este fin de semana entre la UE y Estados Unidos, estima que se despejan incertidumbres, pero a cambio de la imposición de unos aranceles generales del 15% que serán un duro golpe para las exportaciones valencianas de productos emblemáticos en la Comunitat Valenciana como vino y aceite, lamentando que la UE no haya sabido o podido defender mejor a sus productores.
La organización señala que a estos aranceles se unen a la subida de costes en el sector y a la competencia desleal de las producciones de terceros países. "Cualquier medida arancelaria desestabiliza y genera desconfianza en nuestras empresas agroalimentarias y en los mercados a la hora de recuperar o apostar por enviar nuestros productos agroalimentarios a Estados Unidos”, indica Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ, al respecto de esta decisión.
El pacto, que evita la imposición de tarifas del 30 % o superiores que hubiesen tenido consecuencias catastróficas, incluye algunas exenciones para bienes estratégicos; pero, según las primeras informaciones transcendidas, dejaría fuera de éstas a productos de gran relevancia para España, como el vino, el aceite de oliva, los quesos o los jamones.
En el caso del aceite de oliva, por ejemplo, las ventas principales de la Comunitat Valenciana se dirigen en buena parte al mercado interno de nuestro territorio y a España y los aranceles afectarían de pleno sobre todo a comunidades autónomas como Andalucía que tienen un volumen productivo muy relevante y exportan mucho.
Afectados
“El problema ya no sería lo que nosotros exportamos a EE. UU., sino lo que deja de hacer Andalucía como principal zona exportadora. Si ese aceite tiene ahora un 15% de arancel y no va a EE. UU. se tendrá que recolocar y buscar otros destinos, por lo que igual se satura el mercado español. Ya no es únicamente ese aumento de costes por exportar allí sino también los flujos que se generan de si puedes enviar allí o no o tienes que buscar un nuevo mercado”, señala Peris.
La organización reconoce que el acuerdo aporta cierta estabilidad al comercio transatlántico, pero considera que “Trump ha puesto sobre la mesa susto o muerte y la UE ha tragado con susto, aceptando unas condiciones que perjudican gravemente a sus agricultores y ganaderos”.
Para la Unió, el resultado es un pacto desequilibrado y que vuelve a mostrar que Bruselas es incapaz de hacer valer su peso político para proteger a sus sectores productivos, mientras les sigue cargando con normas internas de todo tipo. “Esto ha servido para saber quién manda en el concierto internacional…y por si quedaba alguna duda, no es la UE”, expresan desde la organización, advirtiendo que todavía el mandatario estadounidense puede dar alguna sorpresa de última hora.
Otra noticia negativa
La Unió subraya que el campo europeo ya soporta costes crecientes en energía, fertilizantes y otros insumos, a los que ahora se sumará el sobrecoste de los aranceles para acceder a un mercado clave como el estadounidense. “Los agricultores y ganaderos vamos a tener que asumir una presión añadida en un escenario todavía marcado por muchas inseguridades económicas”, advierte la organización.
En este contexto, la Unió reclama de las instituciones europeas aligeren al sistema productivo europeo de exigencias ideológicas e innecesarias, que implican mayores costes y cargas burocráticas y merman la competitividad de nuestros productos en los mercados.
Finalmente, la organización recuerda que la política comercial europea debe estar alineada con las necesidades reales del sector agrario y que la defensa de los intereses de agricultores y ganaderos debe convertirse en una prioridad efectiva en las negociaciones internacionales.
La Unió critica que las autoridades comunitarias no respondan con reciprocidad a esos aranceles decretados por el Gobierno de Trump y uno de los productos que habría que gravar por su afección en la Comunitat Valenciana, entre otros, es la almendra importada por las grandes empresas turroneras, o nueces de EE. UU. que inundan nuestros mercados, que desestabilizan nuestro mercado y lanza los precios de nuestras producciones a la baja.
El valor de las importaciones de frutos secos (almendras y nueces) procedentes de Estados Unidos a la Comunitat Valenciana alcanzó un valor el pasado año de 355 millones de euros -casi tanto como el total del valor agroalimentario exportado por nosotros allí- y que suponen un 19,7% del total importado por la Comunitat Valenciana en todos los sectores.
Esta situación refuerza todavía más la petición reiterada por LA UNIÓ de obligar a empresas como las turroneras a etiquetar el origen de sus materias primas, en este caso, almendra y miel, para que no supongan un engaño a los consumidores y una burla a los productores valencianos, españoles y europeos.
El volumen de las exportaciones agroalimentarias de la Comunitat Valenciana a Estados Unidos alcanzó un valor el pasado año de 366 millones de euros. El 13% del total de nuestras exportaciones a ese país corresponde al sector agroalimentario. Representan el 4% del total de nuestras exportaciones agroalimentarias.
Los productos agroalimentarios más exportados desde nuestro territorio allí son vino, aceite de oliva, hortalizas frescas o en conserva, quesos o carne; por tanto, esos serían los más perjudicados por los aranceles.