Estos son los síntomas de la nueva variante del Covid que vigila la OMS: ¿funcionan las vacunas con ella?

La variante NB.1.8.1, descendiente del linaje Ómicron, ha demostrado ser significativamente más transmisible que otras subvariantes recientes

Esta nueva cepa, detectada inicialmente en China y Hong Kong, ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias internacionales por su alta transmisibilidad

Esta nueva cepa, detectada inicialmente en China y Hong Kong, ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias internacionales por su alta transmisibilidad

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

5 min lectura

En mayo de 2025, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la variante NB.1.8.1 del SARS-CoV-2, el virus causante del COVID-19, como una "variante bajo vigilancia" debido a su rápida propagación en Asia, Europa y Estados Unidos. 

Esta nueva cepa, detectada inicialmente en China y Hong Kong, ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias internacionales por su alta transmisibilidad, aunque los datos preliminares sugieren que no es más letal que sus predecesoras. 

Esta nueva cepa, detectada inicialmente en China y Hong Kong

Esta nueva cepa, detectada inicialmente en China y Hong Kong

 Una variante más contagiosa  

La variante NB.1.8.1, descendiente del linaje Ómicron, ha demostrado ser significativamente más transmisible que otras subvariantes recientes, como KP.2 y JN.1. 

Según expertos, las mutaciones T478I y F456L en la proteína de la espícula del virus facilitan su capacidad para infectar células humanas, lo que explica su rápida diseminación. 

Informes de la OMS indican que NB.1.8.1 se propaga hasta siete veces más rápido en entornos de transmisión comunitaria, lo que ha generado un aumento de casos en países como Tailandia, España y Estados Unidos, especialmente en hubs de transporte como aeropuertos. 

En España, el Instituto de Salud Carlos III estima que la circulación comunitaria de esta variante podría consolidarse durante el verano de 2025, coincidiendo con el aumento del turismo.

A pesar de su alta contagiosidad, los expertos subrayan que la variante no parece causar una enfermedad más grave que otras subvariantes de Ómicron

La OMS ha señalado que, aunque el número de hospitalizaciones ha aumentado en algunas regiones del Pacífico, los cuadros clínicos no presentan mayor severidad en comparación con cepas anteriores.

A diferencia de variantes anteriores como Delta, que afectaban más los pulmones, NB.1.8.1 tiende a permanecer en el tracto respiratorio superior

A diferencia de variantes anteriores como Delta, que afectaban más los pulmones, NB.1.8.1 tiende a permanecer en el tracto respiratorio superior

 Síntomas: Similares a los de Ómicron  

Los síntomas asociados con la variante NB.1.8.1 son similares a los reportados para otras subvariantes de Ómicron, afectando principalmente las vías respiratorias superiores. Entre los más comunes se encuentran:

Dolor de garganta,  Tos,  Fiebre,  Congestión o secreción nasal,  Fatiga,  Dolores musculares y articulares o  Dolor de cabeza.

En casos menos frecuentes, algunos pacientes han reportado síntomas oculares, como conjuntivitis o enrojecimiento de los ojos, un rasgo que también se observó con la aparición de Ómicron en 2021. 

A diferencia de variantes anteriores como Delta, que afectaban más los pulmones, NB.1.8.1 tiende a permanecer en el tracto respiratorio superior, lo que reduce la probabilidad de neumonía grave en la mayoría de los casos. 

Sin embargo, los expertos advierten que las personas no vacunadas o con sistemas inmunitarios comprometidos podrían experimentar complicaciones más severas.

¿Es motivo de alarma?  

Aunque NB.1.8.1 es más contagiosa, no hay evidencia concluyente de que sea más peligrosa en términos de letalidad. 

La viróloga Lara Herrero, de la Universidad Griffith, ha enfatizado que “la sensación de haber superado la pandemia no debe traducirse en desatención”

Los grupos de mayor riesgo, como personas mayores de 60 años, individuos con comorbilidades (diabetes, enfermedades cardiovasculares) y aquellos con inmunosupresión, siguen siendo los más vulnerables. 

En estos casos, el virus puede provocar hospitalizaciones e incluso la muerte, especialmente en ausencia de vacunación reciente o refuerzos.

En países como España, las autoridades han intensificado el monitoreo genético en aeropuertos y el análisis de aguas residuales para detectar brotes de manera temprana.

Además, se está considerando adelantar las campañas de vacunación de refuerzo para proteger a las poblaciones más frágiles.

“las vacunas no previenen completamente el contagio, pero reducen significativamente las manifestaciones clínicas de la enfermedad”

Massimo Andreoni

experto en enfermedades infecciosas de la Universidad Tor Vergata de Roma

 Efectividad de las vacunas  

Un aspecto alentador es que las vacunas actuales, especialmente las fórmulas actualizadas para 2024-2025 dirigidas al linaje JN.1 y la cepa KP.2, parecen conservar una alta efectividad contra NB.1.8.1.

Estudios preliminares citados por la OMS muestran una leve disminución en la capacidad de los anticuerpos para neutralizar esta variante, pero las vacunas continúan siendo muy efectivas para prevenir formas graves de la enfermedad, hospitalizaciones y muertes. 

Estudios preliminares citados por la OMS muestran una leve disminución en la capacidad de los anticuerpos para neutralizar esta variante

Estudios preliminares citados por la OMS muestran una leve disminución en la capacidad de los anticuerpos para neutralizar esta variante

Por ejemplo, las vacunas de ARNm (Pfizer-BioNTech y Moderna) y la vacuna de subunidades de proteínas de Novavax han demostrado mantener una protección robusta contra complicaciones graves, incluso en personas con inmunidad previa por infecciones o vacunaciones anteriores.

El profesor Massimo Andreoni, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad Tor Vergata de Roma, ha destacado que “las vacunas no previenen completamente el contagio, pero reducen significativamente las manifestaciones clínicas de la enfermedad”

Esto significa que, aunque es posible infectarse con NB.1.8.1 tras estar vacunado, los síntomas suelen ser más leves y las probabilidades de hospitalización son mucho menores.

 Medidas preventivas y recomendaciones  

Las autoridades sanitarias insisten en la importancia de mantener las medidas básicas de prevención, especialmente durante la temporada estival, cuando el aumento de viajes y eventos masivos puede facilitar la propagación del virus. Entre las recomendaciones se incluyen:

Vacunación: Completar los esquemas de vacunación y recibir dosis de refuerzo, especialmente para personas mayores de 65 años, inmunodeprimidos y mujeres embarazadas.

Uso de mascarillas: En espacios cerrados, hospitales y residencias, se recomienda el uso de mascarillas de alta calidad (KN95 o de triple capa).

Ventilación: Mejorar la ventilación en espacios cerrados para reducir el riesgo de transmisión.

Pruebas: Realizarse pruebas rápidas o PCR ante la aparición de síntomas sospechosos.

Además, la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han instado a los gobiernos a mantener la vigilancia genómica del virus para detectar nuevas mutaciones y adaptar las estrategias de vacunación si fuera necesario.

La variante NB.1.8.1 representa un nuevo desafío en la lucha contra el COVID-19 debido a su alta contagiosidad, pero no parece ser más peligrosa que las cepas previas de Ómicron. 

Sus síntomas son manejables en la mayoría de los casos, y las vacunas actuales ofrecen una protección sólida contra formas graves de la enfermedad. 

Sin embargo, la rápida propagación de esta variante subraya la importancia de no bajar la guardia. 

Mantenerse vacunado, seguir las medidas preventivas y estar atentos a las recomendaciones de las autoridades sanitarias será clave para mitigar su impacto en la salud pública global.

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